jueves, 3 de julio de 2014

Por conformidad o por distinción

Jueves, 03 de julio de 2014 

Por Luis Hornstein *
 
De dos modos el adolescente obtiene el reconocimiento: por conformidad –ser como los demás– o por distinción –ser distinto y hacer que los demás valoren esa diferencia–. Ser como los demás representa una garantía de aceptación social. Buscar el reconocimiento por distinción le sirve para afirmarse y construir su identidad.
El niño interioriza las imágenes y las propuestas que los otros tienen de él para construir ese adulto que será. Pero una subjetividad no es una unidad sino una multiplicidad. Sus diversos aspectos son relativamente autónomos los unos respecto de los otros: el profesional, el familiar, el amoroso, el político. Pensar al sujeto como devenir es ubicarlo en la categoría del tiempo y de la historia.
¿Cómo logra el adolescente no ser demasiado vulnerable a los cambios corporales, a las diversas realidades que debe habitar y a las múltiples turbulencias? ¿Cuáles son los márgenes de maniobra ante el sufrimiento? Por un lado, la anestesia de los fármacos, del alcohol y las drogas, la calma ficticia de ciertas corrientes orientales y del new age. Por el otro, la estrategia de comprometerse con vínculos y proyectos individuales y colectivos.
Hoy “se usa” el compromiso light. Se propician el desapego emocional evitando compromisos y la indiferencia afectiva protege de las decepciones. Esta huida ante el sentimiento genera dependencias: drogas diversas y otras adicciones. ¿Por qué un joven empieza a consumir droga? Porque la sociedad valoriza el vértigo y la excitación y porque los narcotraficantes tienen mucho poder. Porque no se anima a ser diferente. Porque sus ídolos consumen. Porque padece de un tedio insoportable. Porque los padres se atracan con ansiolíticos o antidepresivos.
En la posmodernidad se rechazan las certidumbres de la tradición y la costumbre, que habían tenido en la modernidad un papel legitimante. Se han disuelto los marcos tradicionales de sentido. Frente al estallido de las normas tradicionales, el adolescente no cuenta con una guía unívoca. Este “politeísmo de los valores”, esta ausencia de brújulas éticas le exige ser exitoso en diversos registros: físico, estético, sexual, psicológico, profesional, social.
La clínica del adolescente ha oscilado entre enfatizar sufrimientos, violencias, duelos y una idealización como tiempo pleno de vida. Su padecer se manifiesta como oscilaciones de la autoestima y de la identidad; desesperanza; inhibiciones diversas; apatía; trastornos del apetito; ausencia de proyectos; identidades borrosas; impulsiones; adicciones y labilidad en los vínculos, auto y heterodestructividad.
Los adolescentes sienten incertidumbre sobre sus logros y vínculos. Idealistas, transgresores, irreverentes, estimulantes, en busca de consolidar la identidad confrontan con otras generaciones y reformulan sus códigos. Inmaduros, irresponsables, cambiantes, juguetones, reivindicadores, en última instancia practicantes deseosos de lograr cierta estabilidad, aunque muchas bordean el colapso, la mayoría logrará sortear este tránsito complejizando su subjetividad.
El desvalimiento adolescente puede proceder de defectos estructurales y/o ocasionales. Estructurales: fisuras en la historia afectiva e identificatoria. Ocasionales, por duelos, traumas actuales, falta de referentes e ideales.
La sexualidad adolescente ha dejado de ser ese ámbito privado, íntimo, ligado al amor, al deseo por otro y no por cualquier otro. La relación amorosa se cristaliza en el “sexo express”. Estas conductas sexuales que se ofrecen como sinónimo de libertad, de igualdad de géneros o de diferencia generacional, en nuestros consultorios las vemos como confusión, angustia, aburrimiento y un sentimiento de soledad en compañía, envuelta por los oropeles del ruido, del alcohol, de la droga, de la violencia que lleva (no pocas veces) a una puesta en riesgo de la vida.
Estos cambios repercuten en la sociedad en su conjunto, en la educación, el trabajo, las empresas, la salud, el derecho y la política. Lo colectivo deja lugar a lo conectivo. Es necesario trascender los marcos caducos que siguen formateando nuestras conductas.
Los adolescentes se rebelan y confrontan a los padres, a los educadores, a la sociedad. A los padres, que no sólo sufren esa descalificación de los hijos que buscan diferenciarse sino, también, por sus propias inseguridades insisten en sostener una ilusoria omnipotencia que no hace más que desacreditarlos ante la mirada de los hijos. A los educadores, que lidian con la irreverencia, las transgresiones, los padeceres, pero también con esa vitalidad estimulante que transmiten los adolescentes, y cuya tarea es posibilitarles el despliegue de la creatividad. En síntesis: una época vulnerable por esa mezcla de omnipotencia y desvalimiento. Los padres, educadores y la sociedad deben en su conjunto acompañarlos en ese proceso de encontrar cada uno su devenir.

* Fragmento de una presentación en el Coloquio Internacional sobre Culturas Adolescentes, organizado por Sociedades Complejas en noviembre de 2013.

Fuente: Página|12

Se habilitó el albergue para hombres en situación de calle

Jueves, 03 de julio de 2014

Cada jornada llega alguien nuevo a Carbó 945. Entre otros, hay adultos mayores y trabajadores que a la noche quedaban a la deriva. Se les da un plato de comida, atención a la salud y desayuno.
Trabajo diario. El lugar se limpia y se acondiciona para esperar otra vez a quienes llegan al albergue cada noche. Foto UNO/Juan Ignacio Pereira 




Hay detectadas unas 25 personas que pasan la noche en la calle. La mayoría son varones y por eso se inauguró un nuevo albergue. Abrió sus puertas el jueves 25 en Carbó 945. Desde entonces ya son 15 quienes llegan después del atardecer. Cada día se suma alguien más y hay espacios que todavía se pueden ocupar. Seis empleados municipales en distintos turnos, incluido el fin de semana, se encargan de los cuidados; son una especie de celadores que brindan ayuda ante las necesidades. Les ofrecen un plato de comida caliente, atención a la salud y desayuno.
Peleas familiares, necesidades no resueltas, falta de oportunidades y contención, son algunas de las causas que llevan a una persona a terminar el día en la calle. Algunos pasan años en esta situación. Al albergue llegaron dos abuelos de unos 80 años. A ellos se les hizo control de presión y se constató que estén en buen estado de salud.
En Protección Civil de la Municipalidad conocen a la mayoría de estos hombres que pasaron las semanas anteriores a la intemperie o debajo algún techo improvisado. Desde los primeros fríos de este año, se recorrió los lugares de la ciudad en donde estaban para brindarles un abrigo y un plato de comida caliente.
Darío Aldana, director de Protección Civil de Paraná, contó que además de los dos abuelos, uno de los hombres que pasa la noche en el albergue es oriundo de la ciudad de Alcaraz. Durante la semana trabaja de albañil en una construcción en Paraná y no tiene los medios para ir y volver todos los días; dormía en uno de los bancos del Hospital San Martín donde lo encontraron y lo invitaron al espacio nuevo. Desde el jueves, llega a la noche, duerme y se levanta para ir a trabajar.
También hay otro hombre de Diamante en una situación similar. Trabaja en Paraná y tuvo problemas familiares. En sus horas libres deambulaba por la ciudad hasta que lo encontraba la noche. “Al igual que el otro hombre, a la mañana se levanta y se va a trabajar”, destacó Aldana y agregó: “A los demás los conocemos de la ciudad, de cuando vamos a recorrer. Días atrás tuvimos que llamar a una patrulla sanitaria para que le hagan un control a otro hombre porque no llegó en buen estado de higiene. El lugar se va haciendo conocido y cada día llegan otros más”.
El horario de entrada es a las 21 y la salida a las 7. De todos modos, como los encargados de Protección Civil ya los conocen, quienes se acercan a las 20 ya tienen su lugar. Es que los últimos días han sido muy fríos y la noche cae mucho más rápido.
A la mañana se los despierta, les ofrecen un desayuno y agua caliente para los termos.
“Se les hizo una ficha a los 15 para control nuestro. Les pedimos datos como un teléfono con quien conectarnos por cualquier cosa y se les dio un papel donde están las reglas de convivencia. Es para que no haya problemas y todos se porten bien. Además, ahí están especificados los horarios y los servicios que les brindamos”, sostuvo Aldana.
El año pasado, el albergue funcionó en el Club Peñarol. Después cerró y si bien la experiencia fue buena, con esta nueva iniciativa se busca mejorar las condiciones de quienes llegan cada noche para dormir bajo techo, en una cama y al resguardo del frío de este invierno.
Hay espacio
El nuevo albergue funciona en el mismo galpón de Protección Civil de Paraná, en un entrepiso que se acondicionó para poder instalar las camas cuchetas.
En la planta baja, en otro salón, también hay camas para aquellos que no puedan subir las escaleras.
Como recién abrió el jueves, al momento se trata de instalar un calefón para que puedan contar con agua caliente. Si bien hay 15 personas que asisten todas las noches, todavía hay espacio para una 10 más, que es la cantidad que se tiene detectada.
La mayoría pasaba la noche en la plaza de Alem y Cura Álvarez, en la plaza Alvear, en la Terminal de colectivos y hasta en los bancos del Hospital San Martín.
Sin cambios en la plaza Sáenz Peña
Desde hace varios meses, hay cinco personas que pasan las noches en la Plaza Sáenz Peña de Paraná. Duermen atrás del Monumento a la Memoria. Desde la comisión vecinal quieren que los saquen del lugar y de hecho hubo reuniones entre vecinos donde se planteó la situación.
El secretario de Acción Social, Fernando Javier Báez, dijo a UNO: “Estamos en contacto con esas personas. Se trabajó en una primera instancia en la contención frente al frío. Buscamos una reubicación”, planteó. 

Fuente: Uno Entre Ríos


Para Reflexionar:

“SITUACION DE CALLE EN PARANA”: Algo mas complejo que tener un lugar para dormir a la noche


El Jueves subimos a nuestro blog una información del Diario “Uno” que daba cuenta que la Municipalidad de Paraná había habilitado un “albergue” que funciona de 21hs a 7hs., para que aquellas personas que “duermen en la calle” pudieran pernoctar en condiciones mejores.
La información periodística sobre la cuestión solo da cuenta de un hecho puntual, pero no indaga en profundidad de la dramática existencial de las Personas y Familias que en nuestra ciudad se encuentran en situación de calle, que excede ampliamente las 15 o 20 personas que –según el Diario UNO- duermen a la intemperie. Por otra parte este albergue habilitado, posiblemente sea solo para el invierno, como lo fue el año pasado en Peñarol. Las personas que duermen en espacios públicos deben tener derecho a dormir todo el año en un lugar digno y protegido, al menos hasta que el Estado pueda brindarles el Derecho a la Vivienda que es la solución concreta y no algo coyuntural, que no resuelve la exclusión social ni la Dignidad de la Persona Humana a tener acceso al trabajo digno, a la vivienda, a la salud, al respeto a su identidad etc.
De todas maneras hay que destacar que al menos haya un albergue nocturno y es de esperar que continúe mas allá de terminado el invierno.


La ciudadanía de Paraná tiene derecho a conocer, lo que no da cuenta en su información el Diario UNO, tiene derecho a saber cual es la SITUACION EXISTENCIAL DE SOBREVIVIR “EN SITUACION DE CALLE”, quienes son, cuántos y cómo lo hacen. Tener una idea aproximada de lo que significa “Situación de calle”. El objeto de este escrito es tratar de dar cuenta de ello:
  1. Hay una situación de calle estructural y cronificada (hace tiempo que se está tratando de sobrevivir en la calle) y otra “transitoria” (hace poco tiempo y por múltiples situaciones alguien “queda” en la calle) y quienes luchamos por la inclusión social, restitución de derechos e integración cultural y comunitaria, quisieramos que no se convierta en “crónica”.
  2. Qué es estar “en situación de calle”? : significa ser un excluido del aparato productivo, un “invisible” en la cotidianidad de la vida paranaense, un “desaparecido social” que queda solo/a  en la jungla ciudadana, sobreviviendo como cuida-coches, ventas de estampitas, trapitos, malabaristas, cuidar baños públicos y diversas changas, también deambular por la calle…en soledad.  Algunos también duermen  a la noche a la intemperie y otros que tienen alguna precaria habitación o vivienda vuelven a la noche, después de haber pasado todo el día en la calle buscando sobrevivir. En invierno tanto unos como los otros pasan frío y lluvia durante toda la jornada (…) Para que su vida sea mas difícil, es costumbre de la policía acosarlos, maltratarlos, pegarles (muchas veces en forma despiadada en sede policial) generalmente por “portación de cara y de aspecto”. Tenemos que desmitificar que los que están en situación de calle son solo los que duermen a la intemperie por la noche. Son muchos más los que buscan estrategias de sobrevivencia en la calle durante todo el dia. Por otra parte el “albergue nocturno” de que da cuenta el Diario Uno es para “hombres”. Y las mujeres? Seguramente siguen durmiendo escondidas …
  3. En cuanto a la cantidad de personas y de familias “en la calle” oscilan entre 600 y 1000 personas (depende de muchos factores esta fluctuación). Hay niños, jóvenes (que son la mayoría), adultos y adultos mayores. También hay un significativo numero de “mujeres en situación de calle” (no confundir con prostitución), que están doblemente “invisibilizadas”, es decir por estar en la calle y por ser mujer. Dónde se los encuentra?: en el microcentro, en las plazas y parques, en la terminal, en barrios de extrema pobreza, etc.
  4. Sus historias de vida dan cuenta de mucho sufrimiento, vínculos familiares dañados, carencias diversas, pero también grandes potencialidades y saberes. Por ello lo que hace falta es algo mas que un “albergue nocturno temporal”, hace falta una mayor y efectiva presencia del Estado que con políticas integrales y activas que garantice a estos hermanos pasar de su condición de excluidos y desaparecidos sociales a SUJETOS DE DERECHO.  Este es el objetivo y lucha cotidiana de “CASA SOLIDARIA para personas y familias en situación de calle”( Calle Carbó 171), pero la realidad es que contamos con poco o nulo apoyo gubernamental.
  5. Estos días buscaremos nuevamente del Gobierno Provincial (que el 8/8/2011 dictó el Decreto 3034 declarando “de interés institucional y provincial” el Proyecto Casa Solidaria) que nos escuche y que nos apoye concretamente en la lucha por la inclusión social y ampliación de derechos que el Gobierno Nacional y nuestra Presidenta, vienen planteando desde hace varios años.


                                                                               HUGO ALBERTO GARCIA(*)
                            Director del Blog “Somos Sujetos del Aprendizaje y de la Necesidad”

(*) Trabajador de la Psicología Social y Trabajador Social. Miembro del Equipo de Coordinación de “Casa Solidaria para personas y familias en situación de calle”

Estos son los hermanos que le ganaron la pulseada a la discriminación


Jueves, 03 de julio de 2014

Una sentencia a su favor obliga al boliche Apeteco a pagarles por daño moral y punitivo. Se transformaron en modelo para otros chicos.
Víctimas. Andrés (32) y Cristian (27), los hermanos que fueron discriminados por “petisos y morochos”.

 
Por Javier Cusimano
cusimano.javier@diariouno.com.ar

Los hermanos Andrés (32) y Cristian (27) Vega se transformaron de la noche a la mañana en dos héroes. Su hazaña consistió en ganarles un juicio por discriminación a los dueños de un boliche céntrico y despertar a través de su historia las voces de cientos de adolescentes que vivieron situaciones similares a la entrada de algún lugar bailable y no se animaron a denunciarlas antes.
“Después de este fallo sin precedentes, el circuito de diversión nocturna juvenil no volverá a ser el mismo, ya que una vez popularizada la causa por la prensa, muchos jóvenes descubrieron que no están solos cuando un espacio de diversión los desprecia. Saben que cuentan con el amparo de órganos del Estado para defenderse y de la Justicia”, dijo Guido Roccuzzo, el abogado que los defendió y aplicó por primera vez un artículo reformado de Defensa del Consumidor.
Y especificó que entre ellos está el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la xenofobia y el racismo), el primer sitio donde radicaron su denuncia los hermanos Vega. Pero este no el único espacio disponible para que los adolescentes se acerquen y hagan valer sus derechos, también pueden hacer sus descargos en Defensa del Consumidor o en la Dirección Provincial de Juventud.

En primera persona
El hecho que puso en escena a los Vega ocurrió el 10 de agosto de 2012. Ese día a la noche, el dúo aplaudido en las redes sociales, había sido invitado a una fiesta de cumpleaños y contaba con reservas para cenar y participar en el baile. Sin embargo, el patovica de la entrada disconforme con el aspecto físico de los jóvenes no los dejó entrar y por ello ahora el boliche deberá pagar $80.000 más los intereses que corran desde el día en que se produjo el incidente.
“Esa noche sentí mucha impotencia porque la intención era estar con unos amigos, pasarla bien y nos lo negaron. Sentí bronca y no lo soporté. Por eso hice la denuncia para que no me siga pasando ni a mí ni a nadie más algo así, ya que te consume moralmente y te debilita”, expresó Cristian, que aceptó hablar con la prensa para que todos sepan el pesar que soportó.
Para Cristian, es necesario enfrentar a los “debilitadores sociales” esos que andan por la vida llevándose por delante el respeto de los que son diferentes. “Me ha pasado en varios boliches, pero nunca como en Apeteco. En ese local, me marcaron que era de ese tipo de personas que tenían impedida la entrada, refiriéndose a que no calificaba por la altura y el color de piel”, dice.
“Ellos creerán que tienen que entrar solo rubios, altos y de ojos claros. Calculo que ese es el grado de belleza que ellos aceptan”, opinó. Su hermano Andrés recuerda que el guardia de seguridad lo miraba como “sobrándolo y canchero. Eso fue lo que más me molestó. Al parecer el boliche tiene su ideología y nos sentimos discriminados”, explicó.

Salieron a dar apoyo y a contar sus experiencias
En cuanto se supo que los dueños del boliche fueron demandados y tendrán que pagar, muchos adolescentes salieron a bancar en los foros virtuales a los hermanos Vega y aprovecharon los espacios de comunicación para dar a conocer experiencias similares.
“Muy justa la sentencia. Si hay algo que no soporto es la discriminación a otro ser humano, ya sea por nacionalidad, color de piel o identidad sexual. Hay personas que se creen superiores a los demás y en este planeta somos todos iguales, todos estamos de paso y vamos al mismo lugar. Felicitaciones por denunciar y buscar justicia”, dijo Celeste Pagano después de conocer la noticia.
“Los invito a que vayan a ese lugar y vean qué feo es que te digan que no se puede entrar. Me súper alegro por estos chicos. No a la discriminación. Muchas veces fui con amigas y me pasó lo mismo. Ese lugar es patético”, contó Ana Florencia Dávila.