lunes, 4 de julio de 2016

Emilio Tenti Fanfani. "Hay que elevar la demanda por conocimientos, no sólo por escolarización"

Domingo 02 de noviembre de 2014

Sociólogo de la educación, coautor de Mitomanías de la educación argentina, cree que la sociedad es "cómplice" de políticas que no aseguran los aprendizajes básicos para todos

Que la sociedad argentina valora el conocimiento. Que la escuela es responsable de todo, del
desempleo a la corrupción. Que llevar a más chicos a la escuela ya es misión cumplida con el futuro. Que basta con aumentar el presupuesto para que mejore la calidad educativa. Aquí y allá, en el diálogo, Emilio Tenti Fanfani -uno de los expertos más destacados en sociología de la educación, que se ha dedicado largamente a estudiar a los maestros, su carrera y percepciones- deja caer esas ideas de sentido común que pueblan las relaciones entre los argentinos y la escuela, y las contradice.
Ése es, justamente, el objetivo de su último libro, Mitomanías de la educación argentina (Siglo XXI), escrito en coautoría con el antropólogo Alejandro Grimson, en el que recorren los pilares de las ideas contradictorias que los argentinos sostenemos cuando miramos las aulas: que son las culpables de todos los problemas y la solución mágica a todos ellos.

"Es imposible que la escuela actual pueda satisfacer gran parte de las expectativas que la sociedad deposita en ella", dice Tenti Fanfani -que es profesor en la UBA y consultor de Unicef y Unesco-, y postula, por el contrario, pedirle lo que sólo ella puede hacer. "Hay que definir un zócalo básico de conocimientos que todos los chicos tienen derecho a aprender y garantizárselo a todo el mundo", afirma, y es tan crítico del neoliberalismo -por ejemplo, de su idea de empezar una reforma educativa evaluando a los docentes- como del progresismo -por ejemplo, en limitarse a reclamar presupuesto o en silenciar el problema del ausentismo de los maestros-.

-Ustedes dicen en el libro que los argentinos valoramos mucho la educación como derecho y camino a la movilidad social. ¿No se contradice eso con el hecho de que las "indignaciones" sociales sobre temas de educación se apagan enseguida, que la educación casi no está en la agenda de los candidatos, o que en las encuestas nunca aparezca como problema?

-¿Qué quiere decir que los argentinos valoran la educación? Yo creo que valoran la escolarización. Los padres de familia demandan escuelas; las ciudades, los pueblos, los municipios exigen que se abran secundarios y universidades. Pero no sé si hay demanda de conocimiento. Una de las características actuales del mediano y alto desarrollo es que la escolarización alcanza niveles importantes y se extiende cada vez más tiempo, pero la escuela, que era una institución que estaba más allá de toda sospecha, da la impresión de no cumplir con todas sus promesas. Aparece este desacople entre la escolarización y el desarrollo de conocimientos importantes para las personas. Pero éste no es un problema sólo de la escuela. Creo que todavía a nivel de la sociedad, incluso en las familias, no estamos tan preocupados por si los chicos efectivamente aprenden. Yo no he visto manifestaciones por la matemática. He visto manifestaciones por el secundario, pidiendo que traigan la escuela, que creen un instituto, pero tendría que haber mayor demanda social para que los chicos aprendan. Hay que elevar y cualificar la demanda por conocimientos, no simplemente por escolarización.

-¿No descansa todo el sistema educativo argentino en el mito fundante de que "la igualdad cívica requiere igualdad simbólica", de crear una nación de arriba hacia abajo?
-Eso pasó en todos los Estados modernos capitalistas, en los que la escuela no surgió para desarrollar la fuerza de trabajo ni para adquirir competencias productivas, que pareciera ser la exigencia actual. En el origen, la misión de la escuela era construir una nación, que necesitaba ciudadanos. Ésa era la racionalidad inicial del sistema escolar. Hoy se han agregado otras cosas. La escuela está sobreexigida y subdotada de recursos, de tiempos, de recursos humanos. Se le pide todo, se le da poco, y entonces vienen la decepción y la condena. Es imposible que la escuela actual pueda satisfacer gran parte de las expectativas que la sociedad deposita en ella: si hay desempleo es porque la fuerza de trabajo no está calificada; si hay corrupción es porque no se ha enseñado ética; si hay accidentes de tránsito es porque no hay educación vial. Las caries, la obesidad, el emprendedorismo? es demasiado. La prioridad es pedirle a la escuela lo que es importante y sólo la escuela puede hacer.

-¿Y qué sería eso?
-Hay dos competencias básicas. La primera es la competencia expresiva, más que lengua o gramática; es poder ponerles forma a pensamientos, ansiedades, gustos, preferencias, reclamos; oralmente, por escrito, en español y en inglés. Y lo segundo es el lenguaje del cálculo. Son los dos grandes conocimientos instrumentales. Sin esas dos competencias, es muy difícil que un chico aprenda los problemas de la vida, la sociedad, el poder, el conflicto, el mundo físico, el clima, las otras disciplinas. Eso sí que no hay ninguna otra institución que pueda enseñarlo. Con tantas demandas que recargan el currículo escolar, los docentes se pierden en el bosque de los contenidos y su ansiedad es cuánto logran completar del programa. Y resulta que después de muchos años de escolaridad los chicos tienen problemas en esas cuestiones básicas.

-¿Pueden coexistir en el sistema educativo la inclusión y la desigualdad?
-Sí, está claro que la inclusión escolar, que los chicos vayan a la escuela, es una condición necesaria, pero en la Argentina no es suficiente. Hay que apuntar al desarrollo de conocimientos poderosos en las personas, al derecho que tienen todos los chicos a desarrollar un zócalo básico de conocimientos. Definir lo que todos los chicos tienen derecho a aprender y garantizárselo a todo el mundo. Como hay un salario mínimo, debería haber un piso básico de conocimientos. Hoy, casi todas las sociedades consideran que ya no bastan los seis o siete años de primaria, sino que ese piso básico debe llegar a los 17 años. Si la primaria es la educación general común para todos los ciudadanos, sociológicamente tenemos que primarizar la secundaria. Otro gran mito es que el paraíso está en el pasado. La secundaria del pasado servía para la sociedad del pasado. Eso nos distrae de usar la imaginación para resolver los problemas del presente.

-Le preguntaba esto porque durante los gobiernos kirchneristas se ha aumentado el presupuesto y se ha logrado incluir en el sistema a muchos chicos, pero muchos estudios encuentran que hay desigualdades educativas que se han mantenido.
-Desigualdades de todo tipo. Curiosamente, la democratización del acceso va de la mano de la concentración del conocimiento en pocas manos. ¿Cuántos chicos argentinos de 15 años son bilingües? Yo estimo que el 10%, el 15%. Esos chicos tienen ya un recurso estratégico que va a determinar su trayectoria por un derrotero distinto del 85% restante. Eso para no hablar de matemática o de lengua. Todos están estudiando inglés, pero no todos están aprendiendo inglés. La pregunta que me hago es por qué en la sociedad capitalista este capital que es el conocimiento va a estar distribuido igualitariamente. El conocimiento está distribuido tan desigualmente como está distribuida la tierra, la propiedad, los otros capitales. Es demagogia decir que se puede dar conocimientos a todo el mundo. Construir sociedades igualitarias hoy es más complejo que en otras etapas del capitalismo. La tierra se puede distribuir; el conocimiento no; hay que coproducirlo y es muy complejo hacerlo. Supone una participación del aprendiz, y si el aprendiz no está en condiciones de hacerlo, hay un problema. La paradoja es que éste es un capital cada día más estratégico, porque incluso la reproducción de los otros capitales depende del conocimiento.

-En el libro son muy críticos del neoliberalismo de los 90 y su impacto en la educación. ¿Se puede seguir pensando en el neoliberalismo como el culpable de lo que hoy nos pasa después de 11 años de un gobierno que se presentó al menos como distinto?
-Ése es otro mito.

-¿Cuál?
-Culpar a un ministro de los problemas de la educación, que son problemas estructurales, no coyunturales. En los 90 hubo ministros en la región que nos querían hacer creer que en una gestión de 3 años había mejorado el promedio de matemáticas. Los problemas que tiene la educación en el país responden a una confluencia de factores múltiples: la concentración del conocimiento, factores pedagógicos y sociales, si las familias pueden o no satisfacer ciertas necesidades básicas. Ni la pobreza ni el subdesarrollo son producto de la década del 90, eso es un simplismo.

-¿Pero qué impacto han tenido estos 11 años?
-Han producido mayor inclusión escolar. Se intentó desde el Estado apoyar la demanda con ayudas de distinto tipo, viendo que no sólo hacía falta una buena escuela, sino que los chicos comieran y tuvieran necesidades mínimas satisfechas. Pero en la escuela todo lo que se haga es poco, porque el desafío es de una complejidad y de un tamaño que requieren décadas.

-¿Dónde están los déficits de esta década?
-Tuve mucha esperanza con el Instituto Nacional de Formación Docente, que creaba una herramienta para hacer una política nacional. En los 90 se descentralizó todo, y cada provincia hizo lo que quiso con los institutos. Creo que debe haber ciertos objetivos nacionales. Me preocupa que haya 1300 institutos en el país. Yo no puedo creer que la Argentina esté en condiciones de tener 1300 instituciones de calidad. Nadie habla de cerrarlos, pero sí de reconvertirlos. Éste es un sistema intensivo en fuerza de trabajo. No se ha inventado la máquina de enseñar a aprender. Hay tecnologías claro, pero todo pasa por la mediación del profesional de la educación. Necesitamos maestros calificados e instituciones ricas. A veces hay instituciones sobreequipadas con maestros subdotados, o héroes en escuelas de chapa. Tenemos que juntar las dos cosas.

-Son en el libro muy críticos de la evaluación docente. ¿No puede convivir la mejora en las condiciones de trabajo y la formación con la evaluación?
-Primero tratemos de formar mejor a los docentes. Empezar una reforma educativa por el lado de la evaluación de los maestros me parece mal. Hay que meterle mano a la fábrica de maestros y ahí sí, a esos nuevos maestros del siglo XXI, no los puedo meter en las condiciones de trabajo actuales. Entonces yo negociaría con los sindicatos: todos los derechos adquiridos se mantienen, pero hay que crear un nuevo puesto de trabajo para nuevos agentes, con otro tipo de estímulos y sistemas de controles, con evaluaciones complejas. Entonces sí va a ser una reforma. No hay ningún oficio que se aprenda como el de maestro. Una persona de 18 años llega a la Facultad de Medicina y quizá nunca entró en un hospital. El que va al instituto de formación docente lleva desde los 4 años en la escuela. Esa persona ya sabe, en el sentido práctico: sabe disciplinar, ordenar, dar clase, dar deberes. Según los estudios que hicimos con profesores y alumnos, en el instituto se aprende a verbalizar ciertas cosas: que "el conocimiento se construye", que "la escuela reproduce las relaciones capitalistas"?. La práctica está incorporada y aprendida de manera naturalizada y la teoría es palabra.

-Está claro lo que fue perjudicial para la educación en los 90, pero es más políticamente incorrecto criticar al progresismo. ¿Qué mal le hizo el progresismo a la educación?
-Hay un montón de frases hechas y mitos. Como que basta aumentar el presupuesto para que mejore la calidad educativa. Es una falacia total. Supongamos que podemos triplicar el sueldo de los docentes de pronto. ¿Vos creés que se va a triplicar la calidad del aprendizaje? Si alguien no tiene las competencias no las va a adquirir. Sí van a estar más satisfechos, que es lo que pasa ahora, y eso se nota. Otro tema es el ausentismo. Los sindicatos se enojan cuando se habla de esto. Son todos progresistas, pero faltan a clase. Eso está perjudicando a los sectores populares. Los más firmes defensores de la escuela pública son los que viven de la escuela pública, pero hay que decirles que hay que mantener un equilibrio entre el interés corporativo y el interés de la ciudadanía. No puede ser que convaliden el ausentismo, que perjudica a la mayoría. La mayoría va, trabaja, se esfuerza. ¿Por qué esa minoría es ocultada y ni se puede hablar del tema?

 

Un futuro posible, según Tenti Fanfani

¿Si pudiera influir en la política educativa del gobierno que viene, ¿cuál sería su prioridad?

La gran urgencia es la política docente, pero en sentido integral: una política que ataque contemporáneamente reclutamiento, formación, inserción al trabajo, carrera, condiciones de trabajo, salario. Todo junto. No se pueden modificar las condiciones de trabajo si no se modifica la formación; la formación sola no mejora si no se mejoran las expectativas. Habrá que invertir en formar al maestro del siglo XXI, con un programa de mediano plazo. Tener en los institutos mínimamente profesores con nivel de maestría. Hay que concentrar la formación docente en aquellos institutos con mejores recursos, con tradiciones. Luego, crear un nuevo estatuto para los nuevos docentes, no meterlos en el viejo. Un informe comparativo de la OECD de distintas profesiones muestra que los currículum de formación de los docentes varían entre los países, pero con un núcleo común. ¿Qué tiene que saber hoy un maestro de primaria? Quizás hay que discutir si no tenemos que formar alguien que pueda trabajar de primer grado a quinto año. Algún día hay que ir al meollo de la cuestión. Pero hay que ponerse de acuerdo en que eso es prioritario.

 

Mano a mano

Una biografía al compás de la historia

Hay biografías que pueden sintetizar momentos clave de la historia. La de Emilio Tenti Fanfani es una de ellas. "Llegué al país desde Italia con 5 años, y mi mamá me puso en la escuela para que me fabricaran argentino", cuenta, como el ejemplo que tiene más a mano para ilustrar el perdurable mito fundante de la educación en el país. "Ahí aprendí el idioma oficial, los símbolos patrios; aprendí a ser ciudadano", dice, con una particular cadencia al hablar, que mezcla rastros de su lengua madre y el tono mendocino, el lugar donde se crió y completó su formación en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional de Cuyo. A la sociología de la educación llegó, más tarde, por otro avatar de la historia: el exilio durante la dictadura en Colombia y México, países donde se formó en este campo, de cuya vitalidad intelectual hoy es crítico. Tenti Fanfani no habla como "experto": critica a derecha e izquierda, salpica el diálogo con anécdotas de su tarea como profesor, de sus encuentros con sindicalistas y ministros, y hasta de la elección de la escuela de sus hijos, un tema en el que, admite, en algunos aspectos se equivocó. Quizá por eso acepta largos minutos, fuera de grabador, para dar consejos sobre eso.

Fuente: La Nación

viernes, 27 de mayo de 2016

Casa Solidaria abre tres días a la semana:"Apostamos a inclusión y contención"

Viernes 27 de Mayo de 2016

Funciona como " dispositivo de inclusión social y contención psicosocial" para gente en situación de calle y vulnerabilidad en Paraná. Abre tres días a la semana. "nuestra idea es ir más allá del asistencialismo", dijeron a Elonce.com


El dispositivo Casa Solidaria trabaja "con personas y familias en situación de calle y vulnerabilidad, de Paraná. Nuestra idea es ir más allá del asistencialismo, trabajamos en la contención social, en la apropiación de derechos y en la integración cultural", indicaron al programa Buenas Noches, los impulsores de la iniciativa.

"Muchas de estas acciones la hacemos desde la participación colectiva, con talleres gráficos, charlas- debate, asambleas. Este tipo de problemática debe ser abordado desde lo estratégico y lo político", acotaron.

Mencionaron que hace dos semanas, "abrimos, con algo de mobiliario que conseguimos. Este dispositivo está ganando impulso, estamos tres veces por semana, está llegando más gente".

La casa Solidaria de calle Carbó "está abierta a todas las ONGs que quieran acercarse, para darle una impronta más allá del asistencialismo. Queremos que todos los compañeros vayan haciendo de esta casa, su casa".

Por otra parte, dejaron en claro que realizan talleres "con varias granjas etarias. Hay grupos humanos bastante vulnerados en relación a sus derechos básicos, como por ejemplo, no tener trabajo, no tener proyectos de vida. Propone a través de la circulación de las palabras y afectos, ir elaborando estrategias para que puedan seguir adelante con sus vidas".

Solicitan la colaboración con mobiliario: ropero, armario, archivero.

Funciona en calle Carbó 171, los lunes, de 19 a 21; miércoles, de 16 a 18; y viernes de 19 a 21.
 
Fuente: Elonce.com

lunes, 25 de abril de 2016

Comienza a funcionar la primera heladera solidaria

Lunes 25 de Abril de 2016

El proyecto lo organiza una ONG y La Bartola Bar tomó la posta. Voluntariamente se puede pasar por el lugar y donar comida o dejar pago un menú. En otras ciudades también se han replicado. La idea nació en Tucumán.


Suma de Voluntades sigue creciendo en ideas que luego se realizan. Proyectos que ven la luz. Así se inauguró en La Bartola Bar la primera heladera solidaria, tomando conceptos de la heladera social, surgida en Tucumán y que fue replicado en otras ciudades del país.

Según publicó en su sitio de facebook la ONG Suma de Voluntades "Ya tenemos la primera heladera solidaria en Paraná. Gracias a La Bartola Bar por dar el primer paso. Fomentar la cultura solidaria es el camino a seguir. Juntos podemos lograr de las pequeñas acciones una cultura. Hay esperanza, tenemos la posibilidad de ayudar a recuperar el futuro de muchos y esto sólo es posible si estás vos".

El proyecto está enmarcado bajo la premisa "La comida no se tira, se comparte". "Podes ayudar de muchas maneras, desde dejar pago un menú, hasta dejar lo que no comes en la heladera o alcanzando comida. Las reglas son claras: los alimentos tiene que ser frescos, empaquetados y con fecha de elaboración. Nosotros nos encargamos de la distribución", explican desde la ONG.

Luego agregan que "el verdadero acto de solidaridad es comprometerse, es encontrarse con otro. Ese es el verdadero concepto. Proponemos levantar la vista un rato, cada día, para disfrutar el encuentro que supone mirar a otro".

Según cuenta el diario La Nación "la idea nació en Tucumán hace sólo un mes, como una de esas ideas simples que pueden impactar en la vida de muchos: guardar en una heladera la comida que no se consumió en bares y restaurantes para que los que no tienen nada para comer puedan llevarse una porción, de manera gratuita, en lugar de tener que buscar los restos en la basura.

No pasó mucho tiempo hasta que cientos de personas se sumaron para ayudar y donar. Esa pequeña gran idea tuvo réplicas en Córdoba, San Juan, Jujuy, Salta, Neuquén y en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires. Anteayer, finalmente, la heladera social llegó a la Capital. Es muy emocionante ver lo que está ocurriendo. La heladera se convirtió en una especie de puente fantástico entre el vecino al que le quedó un plato de comida sin consumir y al que le faltó", contó Fernando Ríos, uno de los empresarios gastronómicos tucumanos que impulsaron la idea. Ya ayer, Ríos se reunió con otras diez personas que quieren llevar la heladera social a distintos puntos de la Capital y el conurbano".

"Un día, frente a mi restaurante, mientras estábamos cerrando, vimos cómo una familia de cartoneros metía a su hijo dentro de un contenedor de basura. En esos segundos en los que el chico desapareció y quedó ahí adentro se nos heló el corazón. Entonces dijimos: «Algo tenemos que hacer»", relató Ríos.

Se encontraron con una experiencia similar a la heladera social en Cataluña y no dudaron en tomar el ejemplo. Pero sus abogados les habían aconsejado no impulsar la iniciativa porque en el país no hay una ley que regule la entrega de comida excedente. "Los bancos de alimentos estiman que con la comida que se desecha se podría alimentar a más de medio millón de argentinos. Por eso reclamamos que se trate la ley del buen samaritano, dormida en el Congreso desde hace años", dijo Ríos. "Es cierto, es un riesgo. Pero nada puede ser peor que sacar la comida de la basura", señaló su socio, Luis Pondal.

Hace un mes, colocaron una heladera en la vereda de su restaurante e instruyeron a todos los empleados: la comida que se podía servir era aquella que no se había tocado. Pero para eso, debía ser fraccionada, empaquetada y envuelta, con el rótulo de cuándo se elaboró. Muchos restaurantes de San Miguel de Tucumán se sumaron. No pasó mucho hasta que los vecinos empezaron a comprar raciones en los locales para donar. "Hoy el 90% de la comida que se dona proviene de vecinos que nos acercar esa porción de arroz y pollo que quedó de la cena y que ya no alcanza para otra comida de la familia", explica Ríos.

La heladera solidaria se encuentra en calle Urquiza 494 (La Bartola Bar). Teléfono 0343 4071406. Se puede alcanzar en horario de comercio o por la noche. 

Fuente: 

miércoles, 13 de abril de 2016

La historia de la docente marplatense que aprobó a una alumna que no sabía nada

13/04/16

Eso fue lo que le dijo la alumna cuando se presentó a la evaluación en una escuela de Sierra de los Padres. La profesora cambió el enfoque de la evaluación y al final se encontró con una grata sorpresa.


Una docente de Mar del Plata contó en su blog  la experiencia que tuvo con una alumna de Sierra de los Padres que debía aprobar un examen para pasar de año, y rápidamente se viralizó. “No me imaginaba que esto iba a tener tanta repercusión, me emocioné”, dijo Lucía Gorricho al diario La Capital, que difundió las carrillas del examen de su alumna de 13 años. 

Así lo narró la joven docente en su blog:
“Este año tomé horas en una escuela en Sierra de los Padres, una localidad del Partido de General Pueyrredón que cuenta con una población estable de unos 4 mil habitantes. El lugar forma parte del sistema montañoso de Tandilia y está compuesto por sierras de unos 150 metros de altura. La vegetación es muy diversa y se pueden apreciar pastizales, monte y bosque. En el espacio conviven un barrio residencial con calles que respetan la topografía y campos productivos ubicados sobre los márgenes; siendo el más destacado en la actualidad por su rentabilidad, el cultivo de frutillas. Hay varias agro-empresas operando en la zona y todas contratan mano de obra boliviana y han recibido diversas denuncias por parte de organizaciones sociales y ambientales que señalan, no sólo situaciones de semi-esclavitud en relación a la mano de obra, sino que han advertido sobre el uso de agroquímicos como parte del paquete tecnológico de producción.Esta semana me citaron para evaluar a una estudiante que debía una materia que la habilitaría, en caso de aprobarla, a pasar de año. El director me anticipó que el nivel académico no era bueno pero que era una alumna que se esforzaba mucho para estar en la escuela.Como no fue estudiante mía decidí preguntarle a ella los temas que habían visto en geografía el año anterior; pero no se acordaba ninguno. Con piel morena y voz muy bajita, me dijo que no había podido estudiar porque no tenía libro ni carpeta. Entonces le dije que yo tenía toda la voluntad de aprobarla pero que era fundamental que escribiera algo que justificara la nota.A pesar de mi insistencia no supo decir nada en relación a los contenidos de la planificación anual y entonces le pregunté: -¿De las frutillas sabés algo? Abrió los ojos enormes. Si, me dijo. Entonces sobre la hoja de carpeta que ella misma me dio escribí:
Evaluación de Geografía. Fecha: 07/04/16. Año: 2º. Estudiante: G.C
1) Describir una actividad económica  y ella preguntó: ¿Puedo escribir también sobre Bolivia? Porque yo soy Boliviana.Si claro, le dije. Entonces agregué:
2) Mencionar los aspectos más importantes del algún país latinoamericano.
A las dos horas me entregó 3 hojas escritas de ambos lados con letra clara y prolija.

Hacía tiempo que no corregía una evaluación con tanto entusiasmo. Todo el relato de esta nena de 14 años aportó sin duda, a mi formación como geógrafa y como docente. Comparto el desarrollo de la evaluación porque creo que no pueden quedar estos contenidos sólo en mí.
Corregí las faltas de ortografía y agregué algunos signos de puntuación para facilitar la lectura.
1) En la frutilla trabajan aproximadamente 200 personas que cosechan la fruta, limpian el campo, sacan las hojas, sacan la maleza, tienen que carpir. Ahora pagan más que antes aún mejor, pagan todo lo que hacen si carpean, limpian la cunita, etc. Algunos niños trabajan ahí aproximadamente de la edad de 13 años para arriba y algunas embarazadas también pero no hacen tanto esfuerzo o si no, no trabajan. Eso depende de ellas. A veces lo hacen para ayudar a sus maridos. Algunos de ahí, bueno casi todos, son juntados. 
Casi todos los bolivianos trabajan en el campo y siempre llegan cansados y que no le toman importancia a los hijos que nunca le preguntan nada qué cómo estás o algún problema en la escuela. Las frutilla se cosecha en cunitas en un carrito y un balde. El balde es para descartable y la cunita es para armar caja. Eso se llama embalada.
A mí me gusta embalar y armar cajas y claro a la frutilla se le pone esa cosa rara en las plantas. Las riegan con un tubo que está debajo del plástico. Lo ponen los tractores. Las cajas con frutilla y las cunitas con frutilla descartable se lo lleva un tractor que viene a las 12:15 o cerca aproximadamente y a la tarde también. 
Los bolivianos pueden soportar más el campo que los argentinos porque los bolivianos tienen el trabajo más pesado y los argentinos están en las oficinas o ¿será porque ellos si pudieron estudiar? Yo pregunto en mi casa porque no estudian porque no hay tiempo es la misma respuesta que me dan todos los días. Ya que la frutilla es una empresa a nosotros nos dan techo, agua potable, luz menos gas. Pero claro a veces nos quitan un poco de plata para ayudar en las pagas. Para que los padres se vayan tranquilos a trabajar hay una guardería que los cuidan. Ahí les dan desayuno, comida y merienda y hay reuniones para levantar la basura. Porque además de levantar la basura de su casa, tienen que levantar la basura del patio o del suelo del baño y sino están presentes, tienen que pagar 5 pesos por cada día que falten.También hay donaciones que mandan o traen en camiones y se le dejan a una señora que se llama Graciela y parece que ella se queda con las ropas de las cosas bonitas que llegan y lo descartable lo dejan en una carretilla para que la gente lo use. 
2) Bolivia me encanta porque la primera vez que fui me encantó. Cuando es de noche todas las luces se encienden de todos colores y yo escucho tambores y cosas así como una banda porque mi casa está en una montaña. Me acuerdo cuando fui a la cancha. La cancha es una cosa que llega casi a la terminal. Hay tiendas de comida, ropa, bebidas y cosas de mercadería. A mí me gustó donde venden caña de azúcar.
En Bolivia hay montañas chicas y en la escuela les dan uniformes. Sabía que en el jardín de niños estudian las lineas, los cuadrados, triángulos y números? La gente del campo vive en casas de barro y paja y lo único que comen es chuño y mate y cuando es cumpleaños de alguien de la familia comen seco que significa arroz con papa y ensalada y carne seca y queso de vaca y de desayuno arroz con leche y buñuelo. Todo eso lo cocinan en una clase de horno a la parrilla y yo me sé el nombre pero no sé cómo se escribe. La gente, más bien las mujeres, tienen que ir con ropa lavada desde su casa hasta que llegan a un río caminando y la ropa la llevan en un aguayo en la espalda. Más o menos lo que tienen que caminar es desde aquí hasta Sulema para enjuagar la ropa. ¿Alguna vez comió tostado? Se hace con habas. Las hacés secar al sol hasta que estén más secas. Después tenés que poner en una olla sal y después poner las habas secas y tostarlas hasta que revienten. Mi abuela las hacía. Sabe que mi abuela tiene ochentaialgo y fue al doctor y le dijo que estaba muy fuerte ella? Vive en el campo y solamente dos veces la vi.
 La aprobé. La abracé cuando se fue. Le pedí permiso para compartir su texto en internet y le dije que escribiera todo lo que pudiera porque escribir hace bien y porque siempre hay cosas importantes para contar. Con un 4 (cuatro) pasó de año y por eso no estará en mi aula durante este ciclo lectivo, pero espero cruzármela en los pasillos o en el patio y preguntarle: ¿Cómo fue tu día de ayer? ¿Lo querés contar en un papel? 
Fuente: Clarín

domingo, 3 de abril de 2016

Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto

08/09/2015


Las relaciones emocionales establecidas en la infancia conforman gran parte del futuro de una persona. Así, aunque tradicionalmente lo racional ha marcado la educación, las habilidades emocionales y sociales se hayan fuertemente vinculadas con las racionales.


Lo que alienta a educar el corazón es la idea de que si hoy nos ocupamos de las emociones, mañana reduciremos la incidencia de problemas derivados de emociones conflictivas. Estos problemas pueden ser simples y cotidianos o verdaderamente graves como la violencia, el suicidio o el consumo de drogas.
Digamos que a través de la educación emocional desarrollaremos un yo sano que determine la liberación y la madurez emocional, obteniendo la sensación de eficacia y de autorrealización.
Otra de las razones por las que debemos educar el corazón para poder desarrollar la mente es que la plasticidad neuronal propia de la infancia nos ayudará a moldear el desarrollo cerebral, fundamentando así el desarrollo de circuitos saludables.

La práctica hace al maestro

Lo que más nos importa es trabajar los momentos en los que nos atrapa una emoción, pues es entonces cuando podemos aprender a gestionarlas bien. O sea, que el aprendizaje es mayor a través de la práctica dado que las emociones son algo intangible o abstracto que puede resultar complicado entender sin tener algo con lo que experimentar.
Por ejemplo, los niños a los que se les reconocen las emociones negativas como la ira o el enfado aprenden a regularlas mejor y a afrontarlas con éxito. Sin embargo, tristemente, lo habitual es enfrentar las emociones de nuestros niños; es decir, que si ellos se enfadan, nosotros les castigamos o nos enfadamos con ellos como respuesta.
Esta reacción adulta hace que los niños saquen la conclusión de que no deben compartir ciertas emociones y, como consecuencia, acaben desconectándose de ellas. Esto no ocasiona que la emoción desaparezca en ese momento, sino que produce un entorpecimiento de la confianza entre el niño y sus cuidadores.

Educar el corazón, una grata tarea

Si bien el término educación emocional resulta muy atrayente, debemos tener cuidado a la hora de llevarla a cabo. Ni todo vale ni nada queda. O sea, que al igual que enseñamos con sumo cuidado a sumar y a restar, debemos implicarnos en instruir al corazón.
La idea es que el niño aprenda a identificar las señales que nos ofrecen nuestros sentimientos y las usen como base para tomar decisiones adecuadas al clima afectivo que se respira en el entorno.
Para esto, debemos transmitir un mensaje claro a los niñostodos los sentimientos están bien, son las conductas las que pueden estar mal. Es clave para el desarrollo emocional percatarse de que todo el mundo siente en alguna ocasión celos, avaricia, desilusión, etc. Sin embargo, lo importante es que se familiaricen con ello y aprendan a expresarlo de la manera adecuada.

Es decir, es muy importante que el niño comprenda que si en alguna ocasión se le ha castigado al expresar la ira, no hay sido por la emoción en sí sino por su conducta. Para ello podemos contarles historias en las que un niño haya sentido esa emoción y su manera de resolverlo, invitarles a que nos cuenten sus vivencias, a que nos hagan un dibujo o que escriban acerca de ello.Para lograrlo debemos preocuparnos por proporcionarles herramientas que les ayuden a llevarlo a la práctica. Esto es de suma importancia dado que hay muchosniños que temen sus sentimientos, ya que se sienten incapaces de separarlos de su conducta.
A partir de ello el niño tiene que aprender a calmarse antes de pensar y de actuar. Está bien que se enfade o sienta celos, pero tiene que reconocer que la activación que siente se deriva de la emoción (independientemente de cuál sea esta).
O sea, no se trata de decir a los niños que se calmen, sino de invitarles a comprender que ciertos estados emocionales son displacenteros para todos. Así, para controlar el comportamiento que deriva de su emoción tienen que comprender que deben tratar su entorno como quieren que su entorno les trate a ellos.
Cualquier estrategia que implique juegos, cuentos y dinámicas divertidas es adecuada para fomentar los principios que hemos comentado. En este sentido, les ayudaremos a desarrollar su capacidad de pensar y planificar de tal manera que puedan evitar situaciones complicadas y desarrollarse felizmente.
Ecoportal.net
La Mente es Maravillosa

Taller de Juegos Cooperativos para el Desarrollo Humano



El Sábado 16 de abril en el Centro Cultural La Hendija, jugamos cooperativamente.

La Asociación Civil Lucio Mansilla invita a un taller abierto a la comunidada de juegos cooperativos, con el objetivo de jugar con otros y no contra otros, de encontrarnos y aprender sobre una manera nueva, donde construimos confianza, nos conocemos y cooperamos jugando...

El taller propone hacer un recorrido vivencial , venite con ropa cómoda y con algo p ara compartir.

Cuándo?

Sábado 16 de abril

Para quienes?

Personas que coordine n espacios con otros y que tengan interés en esta propuesta que colabora al desarro humano de las personas.

Dónde?

Gualeguaychú 171, Paraná. Centro Cultural La Hendija


Horario?

De 9.30hs a 13hs



La propuesta es libre y gratuita con inscripción previa.


Invita Asociación Lucio Mansilla.

Incripciones: pamelavillarraza@hotmail.com

CAPACITACIÓN - Dispositivos de Salud en Contextos de Adversidad




El próximo sábado 9 de Abril a las 9.30 hs. recibimos en la Sala Comunitaria Lucía Zapata del Centro de Salud “Arturo Illia” (Paraná V) al musicoterapeuta Julián Presas que brindará una actividad de capacitación destinada a estudiantes, trabajadores sociales, educadores, psicólogos y aquellos que estén haciendo pie en instituciones o barrios de la ciudad.

Haremos una actividad de formación de 2 hs. de duración en la que buscamos pensar y abordar juntos prácticas comunitarias de salud que contribuyan a la transformación de viejos paradigmas. 

Estamos muy contentos de recibir a una persona inquieta con una trayectoria en diferentes espacios y situaciones de nuestro país y región. Julián Presas ha elaborado y coordinado proyectos de formación, intervención, entrenamiento e investigación vinculados a salud comunitaria, reinserción social de adolescentes, trabajo con inmigrantes, arte en la psicosis, contexto de adversidad, catástrofe, pueblos originarios (Aquí su CV: http://sonidoenescena.blogspot.com.ar/2009/04/julian-presas.html)

La actividad es libre y gratuita. Por razones de organización, requerimos inscripción previa: bibliotecabarriletera@gmail.com

SOBRE LA CAPACITACIÓN

Las prácticas comunitarias en Salud exigen que las estrategias a implementar comprendan una multiplicidad de actores e instituciones que las viejas categorizaciones que nos han formado no abarcaban.

El desafío es continuo y cada experiencia puntual, única e irrepetible. Lo cotidiano nos enfrenta al uso y adecuación de herramientas y la necesidad de hacer de la creatividad un pilar en el ejercicio.

Repensar el tiempo. Resignificar el espacio. Empoderar desde la participación ciudadana generando nexos institucionales entre Salud, Educación y Deporte. Usar espacios públicos. Abrir el juego a un paradigma de inclusión donde determinadas experiencias de atención grupal e individual sucedan en simultáneo con otros ámbitos.

Podemos hacer de nuestros lugares de trabajo, espacios de salud, en vez de recintos de enfermedad.

sábado, 2 de abril de 2016

LAS REDES SOCIALES SON LA TRAMPA DE LA MODERNIDAD INDIVIDUALISTA

01/11/2015

EL SOCIÓLOGO ZYGMUNT BAUMAN SOBRE POR QUÉ LAS REDES SOCIALES PODRÍAN SER EL NUEVO OPIO DEL PUEBLO

bauman

Un hombre de 90 años, lúcido, pesimista y quizás capaz de ver lo que nosotros no podemos notar dentro de la gran pecera digital, nos advierte sobre aspectos de ésta. Zygmunt Bauman es uno de los más feroces críticos de la modernidad y la sociedad de consumo, y en una reciente entrevista con El País hizo algunas apreciaciones sobre el desencanto que estamos viviendo ante las políticas neoliberales y la inundación tecnológica. El sociólogo polaco ha diagnosticado que la promesa neoliberal de que la riqueza de unos cuantos acabaría derramándose hacia otros estratos de la sociedad se ha revelado como una gran mentira, y la desigualdad sigue creciendo sobre esta promesa. Así se crea lo que llama "un precariado", una sociedad precaria que sufre a expensas de una minoría privilegiada. 
El desencanto está llegando a un punto crítico:
Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. La creencia de que los líderes no sólo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces. Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas.
Bauman considera que la visión que ha sido promovida es la de un individualismo rampante que produce un pérdida del sentido de comunidad, un "activismo de sofá" desvinculado de las acciones que realmente pueden hacer una diferencia. A esto contribuye el adormecimiento generalizado de los medios digitales, especialmente de las interacciones mediadas en redes sociales. Tal vez Internet no es un instrumento tan revolucionario como se pensaba:
La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad pero la red te pertenece a ti. Puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionadas. La gente se siente un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización. Pero en las redes es tan fácil añadir amigos o borrarlos que no necesitas habilidades sociales. Estas las desarrollas cuando estás en la calle, o vas a tu centro de trabajo, y te encuentras con gente con la que tienes que tener una interacción razonable. Ahí tienes que enfrentarte a las dificultades, involucrarte en un diálogo. El papa Francisco, que es un gran hombre, al ser elegido dio su primera entrevista a Eugenio Scalfari, un periodista italiano que es un autoproclamado ateísta. Fue una señal: el diálogo real no es hablar con gente que piensa lo mismo que tú. Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es tan fácil evitar la controversia… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara. Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa.
La clave parece estar en nuestra relación editada, comodificada con los otros en las redes sociales, lo cual no nos confronta con la realidad de la diferencia del mundo de las calles, podemos crear nuestro propio universo cerrado, inoculado, a salvo de tener que ver lo que no nos gusta de nosotros. Podemos controlar lo que vemos y lo que nos dicen desde nuestro sofá. Esto es evidentemente una ilusión; quizás estas plataformas digitales estén muy cercanas a un perfectomaia.

Fuente: Pijama Sur

domingo, 13 de marzo de 2016

La nueva escuela: maestros que enseñan y hacen reír

Domingo, 13 de marzo de 2016

Desafíos en Primaria. Docentes comprometidos, comprensivos y afectuosos, y procesos de aprendizajes más libres y prácticos. Del viejo esquema de aprender a leer y escribir, a la incorporación de tecnología y de la creatividad


Daniel Caraffini / De la Redacción de UNO

dcaraffini@uno.com.ar 


Lo que constituía un reducto único e inapelable, propietario único del saber y del conocimiento, es actualmente sometido a una necesaria revisión, reformulación y complementación ante los nuevos y complejos desafíos a afrontar.

El viejo paradigma de la escuela primaria que enseñaba a leer y escribir, sumar y restar, ya quedó atrás, por obra de una sociedad distinta, envuelta en una vorágine de cambios políticos, sociales, económicos, familiares, tecnológicos.

Enseñar sigue siendo la misión, aunque las metodologías, los modos, son los que entraron en crisis. 

Al mismo tiempo, se sumaron nuevas exigencias de una realidad social mucho más compleja, en la que los niños resultan vulnerables, y en un contexto en que abunda en el sistema educativo la deserción, la repitencia, el muy bajo nivel académico, la alarmante falta de comprensión de textos, entre otros, que se repiten o se agravan a medida que se escala en la trayectoria escolar de cada niño. 

Y si eso no fuese poco, proliferan inconvenientes producto de la falta de planificación o criterios desde el Estado. Ante el silencio del Consejo General de Educación, este año hubo chicos que no empezaron a tiempo las clases por concursos realizados recién cuando ya había arrancado el ciclo lectivo; fallas edilicias de vieja data sin ser atendidas; establecimientos afectados por el temporal de hace tres semanas… y la lista sigue. Ello es la peor cara de la inequidad e injusticia social hacia los niños. 

A la escuela, ahora se le adosan demandas como la incorporación –antes era la consolidación– de valores que provenían inicialmente desde cada familia; también la inclusión, la contención afectiva, la diversidad, hasta el uso de las nuevas tecnologías.
  • Gusto por aprender. La creatividad, el pensamiento crítico, claves para el crecimiento individual. Foto UNO/Juan Ignacio Pereira
  • Gusto por aprender. La creatividad, el pensamiento crítico, claves para el crecimiento individual. Foto UNO/Juan Ignacio Pereira
  • Gusto por aprender. La creatividad, el pensamiento crítico, claves para el crecimiento individual. Foto UNO/Juan Ignacio Pereira


Hay una necesidad social para que esté “a la altura de las nuevas circunstancias”. Y para ello vale tener presente las opiniones, testimonios y experiencias de chicos y maestros.

Entre tantas opiniones, impresiones, reflexiones y expectativas, durante charlas con chicos de distintos colegios, se destacó explícita e implícitamente la necesidad de comprensión, de afecto, de entendimiento que piden, resaltan y agradecen los niños, de sus maestros. El clima hostil, beligerante, que imprime y caracteriza nuestro actual andar diario, transforma ese pedido de los chicos, casi como un grito de auxilio. Comprensión y paciencia, virtudes poco presentes en nuestra comunidad. Eso surge a partir de los acotados testimonios recogidos: esa exaltación de características personales, por encima de requerimientos más estrictos sobre su rol docente al frente del aula.

Ello también transmite la mutación y cambio del perfil tradicional del docente, estricto, riguroso y recto, por alguien más confidencial, sentimental. A ello han apelado últimamente algunas teorías, que hablan de la necesidad de tener un fuerte vínculo afectivo para favorecer el desarrollo del proceso de aprendizaje. Hoy, se enhebra una confianza que permite hasta bromas por simpatías con equipos de fútbol.

“A mí me gustan cómo los maestros te enseñan, porque te explican varias veces las cosas”, opinó Cristian, un alumno de la escuela privada Nº 100 Santa Lucía.

Una compañera suya, Marthina, agregó: “Me gusta que los maestros te explican, porque te pueden explicar mil veces hasta que entiendas. No son como que te dicen una cosa y ya está”. “Te enseñan y te hacen reír”, destacó por su parte Constanza.

En otro sector de la ciudad, en una escuela pública, los gustos y pareceres de los chicos, no son tan distintos. Como ocurre en la Escuela Nº 6 Ernesto Bavio, donde confluyen niños de distintos barrios.

“De las maestras me gusta que te dan un buen ejemplo para seguir estudiando, te motivan para ser mejor cada día”, opinó Vera, alumna de 6º grado.

Agustín fue muy claro. Dijo que lo que le gusta de las maestras es “que son comprensivas, porque no gritan, no nos tratan mal”. “No te gritan ni nada por el estilo”, aportó Nicole. Y en esa misma línea de afectuosidad y cariño, Bárbara opinó que “son buenos, porque nos saludan, charlan, y nos enseñan”. Para leer, en pocas palabras, las reales demandas de nuestros niños. 

Después asoman otras exigencias para el sistema educativo. “Me gustaría que en lugar de carpetas, se puedan utilizar las tablets; yo uso mucha tecnología, tablets, celulares”, contó Ramiro.

“Me gustaría que haya más cosas para hacer artesanías o plásticas”, contó Mora; salas y laboratorios para la enseñanza práctica, para Cristian y Marthina; más talleres de ajedrez y de arte, fue el pedido de Vera, y más Educación Física, reclamó Carolina: “Me encanta la actividad física; hacemos vóley, handball, fútbol, y muchos otros deportes, pero me gustaría tener más tiempo y hacer más flexibilidad”.


Visión desde el frente

Para Silvia Belkis, maestra de la Santa Lucía, el desafío hoy en el nivel primario “es hacernos cargo desde lo emocional. Los chicos vienen con esta intención de querer expresar todos sus sentimientos, si bien esos sentimientos muchas veces no encuentran el camino o las soluciones. Entonces los adultos, y las familias cumplen un papel importante en esta función, los docentes tenemos que estar más atentos, porque a partir de ahí creemos que el vínculo con el alumno garantiza el aprendizaje y la capacidad de resolver situaciones diferentes”. 

En ese sentido, consideró que “de todos nosotros sacamos algo positivo, y a lo negativo, hay que re-trabajarlo y transformarlo en positivo, que eso es lo que más cuesta. Ése es el desafío que tenemos, y a partir de ahí se establece lo otro, automáticamente”, al evaluar que los niños “ vienen con cargas emocionales a veces muy negativas y lo transfieren en la escuela, que es el ámbito perfecto donde ellos se socializan con el otro”.

“Tengo que aprender a escuchar al otro, aprender a verlo como es, a respetarlo como es, que es lo que necesita la sociedad”, remarcó.

Por su parte, a criterio de Adriana del Prado, maestra de la Escuela Ernesto Bavio, el desafío “es motivarlos. Son los niños de la edad de la tecnología, de todo lo digital; entonces hay determinados contenidos que para ellos tienden a ser aburridos cuando no los tratamos de llevar por el lado de lo que ellos conocen y manejan. Los chicos nos han superado en ese sentido, de que todo es mucho más rápido incluso en las formas de las cosas que conoce, es muy rápida, y entonces es como que también olvidan mucho más rápido. Tenemos que tratar que esos aprendizajes para ellos sean significativos, buscar contenidos que nos acerquen más a ellos. Por ejemplo atraparlos desde la tecnología, desde lo visual, son niños muy visuales y por eso el período de atención de ellos es menor, prestan atención un rato. Pero también nuestro desafío es desarrollar la oralidad de ellos: el vocabulario es mucho más acotado, y escriben como escriben en la computadora, y hablan de la misma manera, y su vocabulario se ha reducido”.

La neurociencia y el pensamiento crítico

Para la rectora de la escuela Santa Lucía, Silvia Balcar, la Primaria debe trabajar para que “el conocimiento se apropie de cada niño, de un modo que no sea algo memorístico, sino apropiación y comprensión lectora. La neurociencia es lo que viene; se está descubriendo mucho sobre el cerebro, cómo funciona, que es importante en los niños. Y también el compromiso es forjar pensamiento crítico y reflexivo, que le queda para la vida, porque los aprendizajes deben servir para la vida”.

En ese sentido, retomando a especialistas, citó que a un niño de 3 años, cuando empieza a escolarizarse, “le ponemos tantas cosas que a veces dejamos de lado que sea creativo. La escuela tiene que ser impulsora de esa creatividad, que siga el cerebro desarrollando en ese sentido. Le damos tantas normas y estructuras, que son necesarias, pero también debemos complementar”.

Finalmente, remarcó la necesidad de las instituciones para brindar un aprendizaje para la vida, para un proyecto de vida, creando hábitos “porque la escuela forma en hábitos, y que son importantes”, y rescatando el gusto por aprender.

“Antes pasaba todo por la escuela y ahora pasa por el club, por la recreación; no es que está mal o bien, lo de ahora o lo de antes. Hay que buscar un equilibrio”.


Comprensión de textos 

La vicedirectora de la escuela Bavio Griselda Modenutti, apuntó a que los niños no solo transcurran de la mejor manera y con todos los conocimientos, sino que hagan un buen secundario y puedan luego ingresar a la facultad.

“La comprensión de textos es el tema que no puede faltar en la Primaria, así como situaciones problemáticas que son los que los ayudan a resolver situaciones de la vida diaria”, planteó, y retomó conceptos de la directora Patricia Rivero, en torno a los valores “y a todo lo que nos pasa como sociedad, por ejemplo la prevención del dengue. Es un tema actual que tratamos, porque no tenemos que olvidarnos que forma parte de la realidad, y por eso es importante abordarlo en las aulas”.

Sin embargo, hizo hincapié en el desafío de encantar y atrapar a los niños con las lecturas. “Depende de cada maestro, de su creatividad, para que ellos encanten a los niños con sus libros. Estuve en un grado, días atrás, y les pregunté si leían; y todos me respondieron que no. Entonces les dije que están equivocados y que todos leemos todo el tiempo: el nombre de una calle, en la despensa… Entonces les dije que nosotros además de leer eso, debemos incorporar al quehacer escolar a los comics o historietas, lo que a ellos les gusta.


Diversidad, pluralidad y convivencia

Para Patricia Rivero, rectora de la escuela Bavio, la Primaria afronta hoy el desafío de una mayor diversidad. “Sabemos que la escuela no escapa a los cambios que está sufriendo la sociedad, políticos, económicos, sociales, informáticos, desafíos que cuando nosotros iniciamos nuestra tarea docente no estaban, como la tecnología, la diversidad de familias”, planteó. Sin embargo, remarcó que el objetivo siempre de la escuela, su misión, es enseñar: “Ese es nuestro eje principal del que no nos debemos correr, pero sí trabajar en la pluralidad, porque tenemos muchos alumnos desintegrados, con familias que tuvieron cambios, papás sin empleo y en la escuela pública eso se observa aún más, con chicos en situación muy vulnerable y otros no”.

En ese sentido, amplió las misiones y estrategias en pos de “las bases fundamentales para una sociedad” que debe formarse en la familia y en la escuela, como “el respeto, la solidaridad, el saber compartir, el opinar diferente y respetar las opiniones diferentes”.

Asimismo, marcó énfasis en la lectura, como herramienta clave para la superación y crecimiento. “La comprensión tiene que ser trabajada y vemos que hay dificultades; eso nos lleva a reflexionar sobre nuestra práctica docente y a trazar nuevas estrategias”, como trabajar con la universidad, tender redes, o consolidar esa metodología de maratones de lecturas, que caracteriza a la Bavio.


Fuente: Uno Entre Ríos