martes, 23 de agosto de 2011

Solidaridad financiera con Radio La Colifata

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, comunicado de Radio La Colifata) Estamos atravesando una situación difícil: no tenemos financiamiento y no podemos continuar brindando los servicios en Salud Mental que desde hace 20 años venimos dando.

LA COLIFATA, además de ser una radio terapéutica (quien haya venido un sábado sabe de lo que hablamos), lleva adelante muchas otras actividades en beneficio de los "Colifatos". Además hemos desarrollado una metodología de evaluación y seguimiento que se replica en el mundo y logrado resultados muy positivos comprobados estadísticamente. Dependemos de financiamiento externo para poder sostener una estructura de 10 profesionales que realizan su trabajo a través de diferentes programas de acción, y para la compra de equipamiento e insumos.

Históricamente LA COLIFATA fue financiada desde el exterior. En los últimos tres años, el 85% del financiamiento vino del exterior (principalmente de Francia a través de la Academia Nacional de Artes y Ciencias; de España a través de Manu Chao, Aquarius y Sony; y de EEUU a través de Francis Ford Coppola).

LA COLIFATA nació hace 20 años, sin recursos técnicos ni económicos y sin apoyo institucional. Esta carencia inicial fue el punto de partida para un desarrollo creativo que logró en poco tiempo instalarse como forma legítima de comunicación. Fue la primera radio en el mundo en transmitir desde un neuropsiquiátrico y poco a poco fue convirtiéndose en un modelo de referencia que trascendió la novedad, la moda. Hoy ya existen “Colifatas” en Francia, España, Italia, Suecia, Costa Rica, Uruguay, Portugal, Canadá, México, Venezuela, Polonia, y talleres de radio en más de una veintena de lugares de Argentina. Este proyecto logró dar visibilidad, dignidad y voz a un colectivo de personas con padecimiento psíquico y que cargaban con el dolor del rechazo social. LA COLIFATA se transformó en una herramienta potente que abrió espacios para trabajar el problema del estigma de la locura, a la vez que logró constituirse en un espacio clínico de inusitada potencia. Radio LA COLIFATA no es sólo una radio, es un proyecto alterativo y deconstructor de sufrimientos. Es puente que conecta y nos hace “artistas” en la creación de condiciones para un encuentro.

¿Cómo nos podés ayudar?
Para sugerir cualquier vía de colaboración,
pueden ponerse en contacto llamándonos al (011) 4554-4356
o bien
escribiéndonos a lacolifataorg@gmail.com / prensacolifata@gmail.com (Agencia Paco Urondo)

Este miércoles iniciará en Paraná el juicio por la Causa Hospital Militar

Se investigará el robo de bebés durante la última dictadura


Sabrina recuperó su identidad en 2008 y desde entonces busca a su hermano mellizo.

Esta semana se dará inicio al primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar en la provincia: Juan Daniel Amelong, Jorge Alberto Fariña, Marino Héctor González, Pascual Oscar Guerrieri, Walter Salvador Dionisio Pagano y Juan Antonio Zaccaría serán puestos en el banquillo de los acusados en el marco de la causa comúnmente denominada “Hospital Militar”. A los imputados se los acusa de ser responsables de los delitos de supresión del estado civil de menores de 10 años y sustracción de menores, en calidad de autores mediatos. Sabrina Gullino -quien recuperó su identidad en 2008- es uno de los mellizos nacidos cuando Raquel Negro se encontraba privada de su libertad en el Hospital de Evacuación 121 de Paraná (llamado “Hospital Militar”). En la investigación se buscará, a su vez, reconstruir la historia del otro hermano, quien fue visto por última vez cuando fue dado de alta en el Instituto Privado de Pediatría, el 27 de marzo de 1978. El juicio comenzará este miércoles 24 de agosto a las 10 en la Cámara del Tribunal Oral y Federal de la capital provincial. De ANALISIS DIGITAL

La presentación judicial que derivó en la causa fue formulada el 18 de marzo de 2005 por el entonces Coordinador del Registro Único de la Verdad de la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Provincia de Entre Ríos, Guillermo Germano.

Entre los seis imputados hay un civil: Juan Antonio Zaccaría, quien en el momento de los hechos se desempeñaba como Jefe de la Sala de Terapia Intensiva del Hospital de Evacuación 121 de Paraná.

Los hechos
Raquel Negro fue detenida el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata, junto a Sebastián Álvarez, su hijo, y Edgar Tulio Tucho Valenzuela, su pareja. En el momento en que la capturaron estaba embarazada de siete meses. La trasladaron al centro clandestino de detención que funcionaba en la localidad de Funes, cercana a Rosario, conocido como “Quinta de Funes”. Posteriormente, Guerrieri, Fariña, Amelong y Pagano –según reza el Requerimiento Fiscal de Elevación de la Causa a Juicio- dispusieron su traslado al Hospital de Evacuación 121 de Paraná, llamado Hospital Militar, donde fue alojada alternativamente en la guardia de prevención y en la sala de internación conocida como Sala I. En ese lugar permaneció aislada y con estricta vigilancia militar.

Allí, Raquel dio a luz mellizos: un niño y una niña, a quienes las enfermeras llamaron Soledad y Facundo. Algunos médicos civiles que cumplían funciones en ese servicio advirtieron la presencia indebida de los bebés en la sala de Terapia Intensiva de adultos (de donde Zaccaría era Jefe), por lo que se dispuso su traslado inmediato al Instituto Privado de Pediatría de Paraná. La niña ingresó el 4 de marzo de 1978 como “López, Soledad”, y el varón seis días después como “López, NN”, recibiendo atención médica neonatológica, ya que había nacido con problemas respiratorios. Ambos obtuvieron el alta el 27 de marzo del mismo año.

La niña fue abandonada ese mismo día en la puerta del Hogar Huérfano de Rosario, siendo ingresada a allí como “N.N. María Andrea”, y posteriormente dada en adopción cumplimentados los requisitos y procedimientos correspondientes al matrimonio integrado por Raúl Gullino y Alicia Scola, quienes la llamaron Sabrina.

Sabrina recuperó su identidad a fines de 2008, y desde entonces busca a su hermano mellizo.
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ROQUE E. MINATTA