viernes, 4 de abril de 2014

3 de abril

Jueves, 03 de abril de 2014 

Llega la noche del 2 de Abril y Malvinas quedó atrás. Habrá que esperar un año para inflarse el pecho de patriotismo mientras lamentamos que el feriado correspondiente no sea de los que se corren y nos permitiera gozar de un fin de semana largo.


Carlos Matteoda/ De la Redacción de UNO
cmatteoda@unoentrerios.com.ar

¿Cómo es posible que esas historias que ayer nos llenaron de orgullo, hoy no signifiquen nada y casi no se recuerden?
No las del ayer, sino las de ayer. Las que se replicaron miles de millones veces en las redes sociales, cosechando millones de Me gusta y siendo compartidas hasta el hartazgo.
Llega la noche del 2 de Abril y Malvinas quedó atrás. Habrá que esperar un año para inflarse el pecho de patriotismo mientras lamentamos que el feriado correspondiente no sea de los que se corren y nos permitiera gozar de un fin de semana largo. No por nosotros claro, sino por el bien del turismo que tanto empleo genera, diremos tal vez para disimular el offside patriótico.
Para los que en 1982 ya teníamos cierto uso de razón Malvinas dice algo, aunque más no sea el recuerdo de algún soldado que fue a la guerra. Argentina tenía en ese momento 27 millones de habitantes y hoy debe andar por 43 o 44 millones; pero además de aquellos 27 millones, muchos han fallecido, por lo que tranquilamente la mitad de los argentinos de hoy no vivían cuando ocurrió la gesta de Malvinas y se enteraron porque se lo contamos, en casa, en la escuela, en los medios, en las redes sociales.
Me pregunto qué información tendrán del tema, si la de ayer o la de los otros 364 días de silencio. Y hablemos de la gesta de 1982 porque de lo ocurrido allá por 1830 casi todos sabemos poco. Lo raro es que de esta guerra todavía encontramos a los héroes cuando subimos a un colectivo o cuando vamos a la panadería.
Ayer mi hijo me dijo que durante el mes harían alguna actividad en la escuela relacionada con Malvinas. Por lo pronto hoy habrá un acto. “Qué suerte, va a ser en la hora de matemáticas”, me pareció escuchar. No puedo retarlo por eso, si nosotros, que ya habíamos nacido en aquel momento, nos conformamos con compartir algo en Facebook. Si me equivoco, cuánto mejor, pero no creo que así sea.
Me preguntaba si sabemos qué tenemos que hacer para recuperar Malvinas. Se lo pregunté ayer a algunos conocidos y las respuestas fueron en su mayoría difusas, o simplemente silencio.
Creo, modestamente, que sirve que no solo el 2 de Abril estimulemos el recuerdo emocionado de lo que generó en los argentinos la guerra de Malvinas. Que revivamos la gratitud hacia quienes dieron la vida en esas tierras y, del mismo modo hacia tantos otros fallecidos tras su regreso ante una generalizada indiferencia del Estado y la gran parte de la sociedad. Y por supuesto, el reconocimiento y enorme gratitud con quienes son hoy los veteranos de esa guerra.
Es mucho lo que se puede decir, aunque eso no logrará cambiar lo que ya pasó: ni la guerra y sus motivaciones, ni la desmalvinización posterior ni la deuda con los veteranos y con las familias de los caídos.
Si embargo hoy podemos hacer mucho para recuperar Malvinas en la vida diaria, en nuestra función de todos los días, teniendo presente lo ocurrido, recordándolo, enseñando sobre ello en las escuelas, difundiendo el sustento del derecho argentino sobre ese territorio.
Es una idea simple, pero cierta. Recuperamos Malvinas cuando no permitimos el olvido, y esa tarea es hoy 3 de abril; mañana, 4 de abril; y todos los días año. 


Fuente: DIARIO UNO