Viernes, 12 de septiembre de 2014
Las notas de los chicos, una discusión que salió del aula
Los cambios en las calificaciones y promoción en la escuela primaria generaron polémica. Desde numerosos medios se instaló la idea de que se eliminan los aplazos y se puede aprobar un grado sin cumplir con todas las materias. Las modificaciones. Los fundamentos.
La nueva
modalidad de calificaciones y promoción de materias que implementará la
provincia de Buenos Aires en todas las escuelas primarias a partir de
2015 abrió el debate entre funcionarios y especialistas en educación. La
Dirección General de Cultura y Educación bonaerense dispuso que los
estudiantes de primero a tercer grado tendrán una evaluación conceptual
con calificaciones de “regular”, “bueno” y “muy bueno”. Para los cursos
de cuarto a sexto grado, regirá una escala de calificaciones numéricas
que irá de 4 a 10 y eliminará las notas 1, 2 y 3. Estos sistemas no
descartan la posibilidad de desaprobación, que será con “regular” en los
años inferiores y con una nota de 4 a 6 en los superiores. Además, los
chicos podrán pasar de grado a pesar de tener hasta dos áreas
curriculares desaprobadas. La directora general de Cultura y Educación,
Nora De Lucía, explicó ayer que “lo que nos interesa es que los chicos
aprendan. Estemos pensando en chicos de nueve años que fueron en el año
brillantes y que tuvieron problemas en una materia. Priorizamos el saber
y no la nota”.
Los cambios que empezarán a regir desde el año que viene en
primarias públicas y privadas de la provincia se dan en el marco del
Nuevo Régimen Académico Primario, que aprobó la cartera educativa
bonaerense a través de la Resolución 1057 y tiene el aval de docentes y
del Consejo Federal de Educación, con los que vienen trabajando en la
medida desde 2009.Este régimen académico consiste en un conjunto de disposiciones que regulan distintos aspectos pedagógicos y organizacionales generales de las escuelas primarias bonaerenses. Contempla los sistemas de calificación, evaluación y promoción, las normas de convivencia para la comunidad educativa y hasta las consideraciones que permiten elegir a los abanderados.
La nueva resolución deroga los criterios anteriores de evaluación y promoción de los alumnos, lo que generó una gran polémica entre funcionarios y especialistas de la educación nacional y provinciales. Propone que los seis niveles del primario se dividan en dos bloques de tres años cada uno, en los que los docentes puedan interactuar para lograr que los alumnos se apropien de los conocimientos en los que fallaron sin tener que repetir de grado.
Para los chicos de primero a tercer grado se establece una “evaluación conceptual” que se expresará como “regular”, “bueno” y “muy bueno”. La calificación más baja implica “desaprobación” y las otras dos, “aprobación”. Los estudiantes de cuarto a sexto grado serán calificados mediante una “evaluación numérica” de entre 4 a 10, donde la escala de 4 a 6 significará “desaprobación” y de 7 a 10, “aprobación”. En diversos medios ayer se instaló la idea de que desaparecían los aplazos. De Lucía explicó que “no es que no hay aplazos. Los aplazos existen y el chico va a tener la nota real en su libreta de trayectoria”.
Consultada por Página/12, Silvia Storino, directora de Nivel Primario de la Nación, remarcó que “el régimen de calificaciones busca ser más claro, confiable y justo. En la escala de 1 a 10 existen seis puntos de desaprobación y cuatro de aprobación, lo que la hace difícil de interpretar a docentes, alumnos y padres, que muchas veces no distinguen el criterio entre poner un 2 o un 3. Con este pequeño cambio, se la hace además más equilibrada. Con un 4 se desaprueba, pero le da la posibilidad al alumno de poder mejorar y aprobar un área de estudio. El sistema refleja mejor lo que aprendió y valora su esfuerzo”.
Asimismo, la resolución establece que los alumnos podrán pasar de año con hasta dos áreas curriculares desaprobadas de las seis asignadas anualmente: prácticas del lenguaje, matemáticas, ciencias naturales, ciencias sociales, artística y educación física. También premia como abanderados a los mejores promedios del curso: en los actos oficiales seguirá ese criterio, aunque en otras ocasiones pueden, como ahora, ser elegidos, por ejemplo, por sus compañeros.
“Si un chico funcionó en todas las áreas menos una, por ejemplo, lo que hace no es promover el año, sino pasar y tener desde el primer día de clases de marzo un maestro especial durante el tiempo que lo necesite hasta que incorpore todos los aprendizajes”, detalló De Lucía. Si al finalizar el siguiente ciclo lectivo el estudiante no logra avances con sus conocimientos en las materias adeudadas, la escuela evaluará su permanencia en el año en que cursa.
“Estos chicos se encuentran en pleno crecimiento y avance de sus capacidades cognitivas. A esta edad quieren aprender, no especulan con pasar de grado fácil. Y uno aprende más cuando te lanzan para adelante, no cuando te retrasan o te castigan. La decisión de que los chicos pasen de grado tiene ese sentido. Con los estudiantes secundarios y universitarios sucede lo mismo y está bien”, indicó Storino.
El ministro de Educación, Alberto Sileoni, afirmó ayer que “el espíritu del nuevo régimen académico es la modificación de algunas pautas de evaluación, y no decir que no haya más esfuerzo en la escuela y se pase de grado indiscriminadamente”.
Sileoni sostuvo que “no se está diciendo que los alumnos pasen de cualquier manera, se está diciendo que debe haber un trabajo de promoción acompañada en donde los docentes del grado subsiguiente tienen que saber cuál es la trayectoria de cada uno de los alumnos, tienen que saber en qué tienen que mejorar, qué cosa ha madurado y qué cosa no”.
“No hay por qué pensar que la única forma de evaluar es la de hace 50 años, sino que pueda haber otros modos que también tengan por objetivo el aprendizaje, el esfuerzo y el señalamiento de este esfuerzo”, aseguró.
En esta línea, Storino remarcó que “cuando un maestro evalúa, recupera información sobre lo que los chicos aprendieron para dar un juicio de valor y evaluar la enseñanza en la escuela. No se evalúa para castigar a los alumnos, sino para ver qué cambios se deben hacer para mejorar el aprendizaje de lo que por derecho tienen que aprender”.
Informe: Gonzalo Olaberría.
Fuente: Página|12
Viernes, 12 de septiembre de 2014
Están chocando a la educación
La educación argentina cayó en calidad en los últimos años y el presente revela que hay problemas en todos los niveles. El sacrificio, la superación con el modelo actual de educación deja de ser una premisa. Se beneficia al vago y haragán.
Ayer se conmemoró el Día del Maestro, y la verdad es que quería hacer un reconocimiento a los docentes rurales “viejos”, que sin los medios necesarios emprenden la tarea de educar en condiciones desfavorables. Este panorama fue ayer, pero hoy sigue.
El docente rural no realiza paros, no porque es “carnero” del gobierno de turno, simplemente porque sabe desde el corazón que los días perdidos son difíciles de recuperar y en el campo el ciclo lectivo se reduce por las lluvias, que impiden a los alumnos poder ir a las escuelas. En verdad, la planilla indica que el docente se pliega a los reclamos y medidas de fuerzas, pero en la práctica dictan clases.
El antiguo docente era respetado, imponía respeto hacia el alumno y hacia sus familiares y ni hablar en la comunidad. Hoy todo está dado vuelta “más moderno”, el niño sin contención le tira con un borrador al maestro y esa picardía no debe ser sancionada, por el contrario, se la debe entender en la nueva lógica pedagógica.
Hoy es común que los padres descalifiquen a los docentes cuando les ponen malas notas a sus hijos, que se les vayan a la yugular porque lo dejó sin recreo castigado por cometer una nimiedad que puede ser que casi le sacara el ojo con el sacapuntas a un compañerito.
Hoy el docente ni siquiera puede reprender a los alumnos porque sería merecedor a una denuncia por apremios ilegales.
Hoy el docente es muy mal remunerado y encima ahora con la nueva “onda” ni siquiera puede ordenar o retar a los alumnos.
Por otra parte, avanza lo que se considera la ley del menor esfuerzo que premia al que menos estudia.
Ayer se conoció que en provincia de Buenos Aires la gestión kirchnerista del precandidato a presidente de la Nación Daniel Scioli, dispuso que no se deberían poner más aplazos. El proyecto fue avalado por las autoridades nacionales de Educación, que coinciden en todas las líneas.
Habrá que recordar que el Ministerio de Educación de la Nación aprobó que los niños de 1º grado no deberían repetir. La idea es que no se debe estigmatizar al niño que no aprueba los contenidos.
Tal como van las cosas, creo con absoluto respeto que van a chocar la educación.
Por falta de educación se perdieron los valores en la comunidad, aumentaron los hechos delictivos y hoy a muchas de las personas que están judicializadas les da lo mismo robar que matar porque creen que todo es impunidad y nada de sacrificio.
Empiezan con la idea de que todo es lo mismo: estudiar que no estudiar. ¿Para qué se va a estudiar si no van aplazarme, si igual pasaré de año? El esfuerzo de estar sentado aprendiendo dejó de ser una condición para transformar este presente en el que el mejor alumno es aquel que tiene “valores inclusivos”.
Este desatino, a mi gusto, lleva a que el presente de la educación esté muy deteriorado, con una calidad devaluada en todos los órdenes y con universidades donde la mayoría de los estudiantes solo aprueban por año una sola materia.
Este sistema parece ser que castiga al que estudia y premia al haragán, vago, el que va a la escuela solo por el arte de ir. No podrá este alumno ser incentivado a estudiar porque sabrá que, aprenda o no aprenda, igual pasará de grado y ahora con la frutilla del postre que ni siquiera será reprobado en los exámenes.
Lo que más llama la atención es que las autoridades educativas están convencidas de algo que hasta los propios docentes por lo bajo rechazan de plano.
Ayer mismo, una docente de Tigre en Buenos Aires fue sancionada porque había aplazado a un alumno que no había hecho nada en un examen. Le dijeron que así y todo tenía que poner otra nota y al no cumplir fue sumariada.
Así nos va con estas nuevas teorías educativas. Cuánto extrañamos las viejas maestras que con disciplina, respeto y amor a la enseñanza nos motivaban a crecer intelectualmente. Qué lejos estamos de la educación argentina que fue reconocida a nivel mundial, incluso con premios Nobel salidos de universidades públicas. Una lástima, destruir las bases de la enseñanza pública jerarquizada y reconocida por este presente lleno de mediocridad y politiquería barata.
Fuente: Uno Entre Ríos
Javier Aragón / De la Redacción de UNO
jaragon@uno.com.ar
jaragon@uno.com.ar
Ayer se conmemoró el Día del Maestro, y la verdad es que quería hacer un reconocimiento a los docentes rurales “viejos”, que sin los medios necesarios emprenden la tarea de educar en condiciones desfavorables. Este panorama fue ayer, pero hoy sigue.
El docente rural no realiza paros, no porque es “carnero” del gobierno de turno, simplemente porque sabe desde el corazón que los días perdidos son difíciles de recuperar y en el campo el ciclo lectivo se reduce por las lluvias, que impiden a los alumnos poder ir a las escuelas. En verdad, la planilla indica que el docente se pliega a los reclamos y medidas de fuerzas, pero en la práctica dictan clases.
El antiguo docente era respetado, imponía respeto hacia el alumno y hacia sus familiares y ni hablar en la comunidad. Hoy todo está dado vuelta “más moderno”, el niño sin contención le tira con un borrador al maestro y esa picardía no debe ser sancionada, por el contrario, se la debe entender en la nueva lógica pedagógica.
Hoy es común que los padres descalifiquen a los docentes cuando les ponen malas notas a sus hijos, que se les vayan a la yugular porque lo dejó sin recreo castigado por cometer una nimiedad que puede ser que casi le sacara el ojo con el sacapuntas a un compañerito.
Hoy el docente ni siquiera puede reprender a los alumnos porque sería merecedor a una denuncia por apremios ilegales.
Hoy el docente es muy mal remunerado y encima ahora con la nueva “onda” ni siquiera puede ordenar o retar a los alumnos.
Por otra parte, avanza lo que se considera la ley del menor esfuerzo que premia al que menos estudia.
Ayer se conoció que en provincia de Buenos Aires la gestión kirchnerista del precandidato a presidente de la Nación Daniel Scioli, dispuso que no se deberían poner más aplazos. El proyecto fue avalado por las autoridades nacionales de Educación, que coinciden en todas las líneas.
Habrá que recordar que el Ministerio de Educación de la Nación aprobó que los niños de 1º grado no deberían repetir. La idea es que no se debe estigmatizar al niño que no aprueba los contenidos.
Tal como van las cosas, creo con absoluto respeto que van a chocar la educación.
Por falta de educación se perdieron los valores en la comunidad, aumentaron los hechos delictivos y hoy a muchas de las personas que están judicializadas les da lo mismo robar que matar porque creen que todo es impunidad y nada de sacrificio.
Empiezan con la idea de que todo es lo mismo: estudiar que no estudiar. ¿Para qué se va a estudiar si no van aplazarme, si igual pasaré de año? El esfuerzo de estar sentado aprendiendo dejó de ser una condición para transformar este presente en el que el mejor alumno es aquel que tiene “valores inclusivos”.
Este desatino, a mi gusto, lleva a que el presente de la educación esté muy deteriorado, con una calidad devaluada en todos los órdenes y con universidades donde la mayoría de los estudiantes solo aprueban por año una sola materia.
Este sistema parece ser que castiga al que estudia y premia al haragán, vago, el que va a la escuela solo por el arte de ir. No podrá este alumno ser incentivado a estudiar porque sabrá que, aprenda o no aprenda, igual pasará de grado y ahora con la frutilla del postre que ni siquiera será reprobado en los exámenes.
Lo que más llama la atención es que las autoridades educativas están convencidas de algo que hasta los propios docentes por lo bajo rechazan de plano.
Ayer mismo, una docente de Tigre en Buenos Aires fue sancionada porque había aplazado a un alumno que no había hecho nada en un examen. Le dijeron que así y todo tenía que poner otra nota y al no cumplir fue sumariada.
Así nos va con estas nuevas teorías educativas. Cuánto extrañamos las viejas maestras que con disciplina, respeto y amor a la enseñanza nos motivaban a crecer intelectualmente. Qué lejos estamos de la educación argentina que fue reconocida a nivel mundial, incluso con premios Nobel salidos de universidades públicas. Una lástima, destruir las bases de la enseñanza pública jerarquizada y reconocida por este presente lleno de mediocridad y politiquería barata.
Fuente: Uno Entre Ríos
Jueves 11 de Septiembre de 2014
"Me gustaría saber qué busca la provincia", dijo una docente sancionada por aplazar alumnos
Cecilia Maristany tuvo que dar explicaciones por poner calificaciones menores a 4 a chicos de su escuela.
Nuestra nuestra compañera Cecilia A
Maristany explicando y denunciando la falsa "inclusión" que se limita a
aprobar a todo el mundo en Primaria.
Denunciando la precaria situación
de los docentes, escuelas, los meses y meses que estamos sin cobrar.
Cecilia trabaja en la Primaria N°37 de Don Torcuato y la directora de su
escuela le hizo un acta por negarse a aprobar a todos sus alumnos
La polémica por la decisión de la provincia de Buenos Aires de eliminar las calificaciones menores a 4 no para. En diálogo con TN, Cecilia Maristany, docente por más de 14 años, dijo que "le gustaría saber qué busca" el gobierno de Daniel Scioli. Por otro lado, contó que recibió una sanción por dar notas bajas a sus alumnos.
"Esta semana cerramos las notas trimestrales. Ante notas bajas que puse, fui solicitada a la dirección para ver qué medidas tomé. Me levantaron un acta por tener chicos con notas bajas", dijo Maristany, maestra de plástica en la escuela 37 de Don Torcuato, entre otras instituciones. Y agregó: "Me dan bibliografía para entender cómo calificar porque aparentemente no calificamos bien. Me preguntaron si mi nota era castigo. Supongo que es una nota que se merece el alumno e invita para trabajar en el otro trimestre como corresponde".
"Estamos mandando a la secundaria a chicos que no saben leer. Si no le pagamos a los docentes...en mi escuela hay profesionales que hace cinco meses que no cobran. ¿Cómo vamos a esperar que el docente esté tranquilo si no puede resolver las necesidades básicas?", expresó.
Sobre la decisión de eliminar las notas 1 al 4, dijo: "En mi época, sacamos el 0. Se eliminó y empezamos con el 1. Si a un alumno le puse un 1 porque nunca trajo nada a clase, a la próxima semana trajo todo bien. ¿Lo estigmaticé o le dije se está acabando el tiempo y es tiempo que aprendas?".
"Me gustaría saber qué es lo que busca la provincia. No sé qué beneficio en pedagogía va a traer esto. En algún momento, el 4 va a ser tan doloroso como el 1. El tema es más profundo y no lo estamos tocando que es la inversión en la educación", expresó. Y terminó: "Estamos mandando chicos discapacitados a la universidad. De la escuela no salen formados. La UBA rechaza alumnos a toneladas porque no pueden interpretar párrafos sencillos".
Fuente: TN
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