Sábado, 02 de agosto de 2014
Marcelo Comas/De la Redacción de UNO
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Los personajes de la película Metegol se proyectan sobre la pared de la única aula de la escuela de gestión social Pablo de Tarso. En el mismo espacio donde se enseña catequesis, un grupo de alumnos observa la animación de Juan José Campanella, como parte las actividades que propone el taller de Nuevas Tecnologías. No es una escuela más, ya que por sus características es la primera en la provinciay porque tiene su sede en la Capilla San Martín de Porres, en el corazón del barrio Analceto Medina de Paraná.
El cierre del nivel secundario de la escuela privada N° 22 San Antonio María Gianelli en 2011 obligó a la comunidad a buscar alternativas para que los jóvenes de la zona no se quedaran afuera del sistema educativo. “No tener escuela en este barrio es un suicidio para los jóvenes”, sentenció el padre Germán Brusa, párroco de la capilla y mentor del proyecto junto a referentes sociales de la zona. Para poder plasmar el sueño de la escuela secundaria primero se tuvo que constituir una Fundación: se decidió llamarla Presencia Presente. Dentro del abanico de posibilidades se optó por un formato no tradicional, atento a que las demás variantes conducían indefectiblemente a la deserción escolar y con ellas no se podía responder a las demandas de un determinado diseño curricular. La institución funciona en la actualidad con 20 alumnos de entre 12 y 17 años, quienes concurren a clases diariamente entre las 13 y las 18.
Por cuestiones de seguridad, en la temporada invernal se implementó un horario reducido, pero en el corto plazo se estudiará su conveniencia.
Misionando
En febrero el Consejo General de Educación autorizó a los responsables de la entidad a comenzar con la matriculación de los alumnos. No se trata de una tarea sencilla porque, como explica el religioso, “la educación no es un valor como en otros lugares: los padres trabajan y no les prestan atención, entonces hay que salir a buscarlos”.
Ya se llevó a cabo una primera misión para captar el interés de nuevos estudiantes y la modalidad se volvió a repetir en función de contener a jóvenes insertos dentro de un contexto social cuyas condiciones son desfavorables. La diversidad se constituye en una de las principales características del alumnado. Concurren a estudiar “gurises que el año pasado terminaron la primaria con 12 años y también jóvenes de 17 años que durante tres años estuvieron en la calle”, mencionó Brusa. La intención es que permanezcan dentro de las aulas con sus propios ritmos y tiempos.
Un desafío con riesgos
Los profesores del colegio Pablo de Traso sabían que al aceptar la propuesta se encontraban con un importante desafío: estaban dispuestos a asumir una especie de apostolado bajo un modelo romántico de la enseñanza. Pero en el territorio se encontraron con una realidad diferente, donde los alumnos “muy pocas veces reconocen el esfuerzo y no siempre te dan una gratificación”, analizó el padre Brusa. El vínculo alumno-docente reviste una de las cuestiones que requiere de mayor seguimiento en las escuelas de gestión social: son instituciones que por las características del contexto social en el que se insertan, buscan desarrollar metodologías de trabajo adecuadas al territorio.
Un anhelo que es de todos
Fundada oficialmente el 10 de marzo de este año, la flamante escuela secundaria fue posible gracias a la constancia del padre Germán Brusa. Lo que empezó como un viejo anhelo se concretó más rápido de lo esperado. Sin embargo, no estuvo solo en esta cruzada en la que también participaron referentes sociales de la zona. Y en esta función tuvo un rol protagónico la Red Creer, creada a fines de 2009, con el objetivo de articular las problemáticas complejas de la niñez y promover la participación de los diferentes miembros de la comunidad en las dificultades que le incumben. Reunidos en una de las salas de la Capilla San Martín de Porres, sus integrantes expresaron su orgullo por haber plasmado este proyecto, porque muestra que el barrio no solo es noticia por balaceras y hechos policiales. “Nos muestra un mensaje esperanzador”, dijo Guadalupe, dirigente barrial que se desempeña en el Salón de Usos Múltiples Norte.
El espacio que agrupa a 13 instituciones de la zona suroeste de Paraná se encuentra organizando una actividad para festejar el Día del Niño. El punto de encuentro será la plaza de Anacleto Medina, el 29 de agosto, entre las 14 y las 15.30, y convocan a los vecinos a sumarse para compartir un día en familia. “Necesitamos donaciones de todo tipo: grupos musicales que se ofrezcan para tocar, golosinas, frutas, facturas y juguetes”, afirmó Claudia Olivera, integrante de la Red Creer.
“Soñamos con que la escuela en un futuro tenga un edificio propio”, acotó una de sus integrantes. Por lo pronto, en mayo de este año el CGE le dio aprobación definitiva al colegio Pablo de Tarso, lo que implica una mayor seguridad en el funcionamiento y la posibilidad de remunerar al cuerpo de docentes. “Hay muchas cuestiones de lo metodológico que hay que ir revisando, porque nosotros fuimos haciendo adaptaciones”, aclaró Brusa.
Fuente: Uno Entre Ríos
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