Martes, 02 de septiembre de 2014
En Alba Posse, los chicos y adolescentes menores de 15 años que están en
la calle después de las 22 son llevados por la policía. Así lo dispuso
su intendente, para
“evitar la vagancia, la drogadicción y el alcoholismo”. Críticas de
especialistas y del Inadi.
El
intendente de la localidad misionera de Alba Posse, Nelson Carvalho,
prohibió la presencia de menores de 15 años en las calles después de las
22. La insólita medida ordena a los policías locales que demoren a
todos los chicos y adolescentes que circulen de lunes a viernes “sin
excepciones”, con el propósito de evitar “la vagancia, la drogadicción y
el alcoholismo”. “Una disposición de esta naturaleza es el resultado de
la ausencia y la pobreza de políticas p
úblicas de prevención que sean
integrales e incluyan a la familia, las escuelas y el Estado”,
interpretó a Página/12 Claudia Fernández Chaparro, ex consejera de los
Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad de Buenos
Aires.
La inédita restricción tiene lugar en Alba Posse, una pequeña
localidad de alrededor de 500 habitantes ubicada a 50 kilómetros de
Oberá, a orillas del río Uruguay y frente a la ciudad brasileña de Porto
Mauá. La medida está vigente desde diciembre de 2012 y dispone que
todos los niños y adolescentes menores de 15 años que transiten por las
calles entre semana, pasadas las 22, deben ser demorados en una sede
policial. Además, los policías locales tienen que dar aviso a los padres
para que los retiren.Carvalho, quien conduce el municipio desde 2003 en representación del oficialista Frente Renovador del gobernador Maurice Closs, sostuvo a este diario que “es una medida de prevención. Desde los 12 hasta los 15 años, los niños viven una situación crítica en la que son un poco rebeldes y propensos a tomar alcohol y otras sustancias prohibidas. Es una edad donde con facilidad los extraños pueden llevarlos a consumir estas sustancias”.
“La medida fue para darle contención, protección y tranquilidad al pueblo. Hace algunos años empezamos a sufrir situaciones de robos, accidentes de tránsito, drogadicción y alcoholismo, que ocurren por la noche y donde los más chicos están involucrados”, explicó el intendente. “En base a este análisis y la preocupación de los vecinos se tomó la medida. Hoy tenemos excelentes resultados y los padres nos agradecen porque los chicos vuelven a sus casas temprano y a salvo. No toman ni se falopean y rinden mejor en la escuela”, agregó.
La medida se conoció ayer a nivel nacional y generó una gran polémica. Jorge Franco, ministro de Gobierno de Misiones, señaló que “no podemos estigmatizar a los jóvenes”. Según el ministro, “ninguna ley establece que un chico que transite por la calle tenga que ser llevado, salvo que haya incurrido en alguna contravención y por su propia seguridad tenga que ser resguardado por la policía”.
Desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) pedirán explicaciones al intendente por la decisión: Mariano Antón, titular del organismo en esa provincia, dijo que “indudablemente esto va a tomar un debate público, pero me parece mal esa estigmatización y la relación que hacen de los jóvenes con las drogas y el alcohol”.
Con respecto a los cuestionamientos, Carvalho afirmó que “somos abiertos a cualquier tipo de sugerencias pero encontramos un método que funciona. Soy docente y conozco los problemas de la sociedad. Hay muchos factores que hacen que los chicos empiecen a consumir alcohol. Hay una falta de acompañamiento de los padres que, por trabajar y no estar en sus casas en todo el día, no pueden atender los problemas de los chicos”.
En Alba Posse también rige “la prohibición de tomar bebidas alcohólicas en la vía pública, sea en la plaza o en la costanera”, recordó el intendente, en base a una ordenanza que prevé multas de hasta cinco mil pesos. “A los chicos hay que ponerles límites, hay que pensar en su integridad física y psíquica. Desde el Estado, voy a hacer todo lo necesario para cuidarlos y evitar que algo les pase. Soy el segundo padre de todos los chicos de Alba Posse”, subrayó.
“Los vecinos de Alba Posse pueden salir a caminar tranquilos que no van a encontrar borrachos ni gente molestando. Pero si alguien consume bebidas alcohólicas en la calle, los inspectores y la policía tienen obligación de derramar la bebida y detenerlos”, enfatizó.
Claudia Fernández Chaparro insistió en que “son medidas de la época de las cavernas que, lejos de solucionar los problemas de los chicos con el alcohol y las drogas, violan la Ley 26.061 que protege sus derechos”. “Es necesario ayudar a los chicos con un trabajo integral que incluya a las familias, a las escuelas, al Estado, a la salud y la educación. Y debe hacérselo respetando sus derechos, no limitándolos y encerrándolos”, reflexionó.
En esta línea, de la misma manera que el ministro misionero y el Inadi, advirtió sobre “la estigmatización de los chicos que comenten delitos. Hay que tener cuidado porque, de acuerdo con las estadísticas, los chicos siguen siendo víctimas, no son victimarios”.
Informe: Gonzalo Olaberría.
Fuente: Página|12
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